Jorge Loyola/ Aton Chile.
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La Contraloría General de la República (CGR) detectó un eventual sobreprecio en la compra de dos helicópteros por parte del Ejército, por un monto que bordea los 8,6 millones de dólares, como también en repuestos con una sobrevaloración superior a los US$ 400 mil.

La Tercera publicó hoy un informe de la CGR del 26 de abril pasado, referido a la auditoría y examen de cuenta de los pagos efectuados por la Brigada de Aviación del Ejército (Bave) entre los años 2015 y 2017 a la empresa C&M World Enterprises Corporation.

Según la publicación, en una empresa del reconocido agente Virgilio Cartoni Maldonado, quien, durante el mandato de Juan Miguel Fuente-Alba, se consolidó como uno de los principales vendedores de la institución castrense y que es investigado por la fiscal Ximena Chong, en el marco de una causa que involucra a otros proveedores.

El diario agregó que los antecedentes de esta fiscalización, por orden de la Contraloría, fueron remitidos al Ministerio Público, que iniciará una investigación penal.

Desde el Ejército aseguraron al diario que el trabajo metodológico usado por la CGR no ha considerado una serie de detalles que justifican por qué se pagó un valor que el organismo considera excesivo y que solicitarán reconsiderar el dictamen, ya que el plazo de 10 días de respuesta a las observaciones no les permitió entregar una explicación satisfactoria. Gran parte de la información, recalcan, pone en riesgo la seguridad del Estado, por lo que solo será derivada, bajo estricta reserva, a Contraloría.

En el resumen ejecutivo del dictamen, la Contraloría detalla que el Ejército de Chile compró -en el marco del Proyecto Rotor del Ejército de Chile, que establecía la compra de 10 aeronaves y sistema de autoprotección- dos helicópteros entre los años 2013 y 2014 a Eurocopter S.A. y Airbus Helicopters, respectivamente. Ambas empresas son representadas en Chile por C&M, compañía de Cartoni.

La resolución consigna que por los aparatos se pagó un total de US$ 57.440.535, “en circunstancias que requerida información a la Fuerza Aérea de Chile se verificó que esa institución cotizó el mismo tipo de aeronaves en los años 2010, 2015 y 2016 por una cifra total de US$ 48.786.145, evidenciándose de esta manera un eventual sobreprecio de US$ 8.654.386, remitiéndose estos antecedentes al Ministerio Público”.

En su informe final, la Contraloría incorporó, aunque no los consideró suficientes, los principales descargos del Ejército al preinforme sobre esta materia.

En cuanto al sobreprecio en los helicópteros, Bave explicó que hay un error metodológico en el cálculo, ya que “no se tiene antecedentes de la “cotización” que utilizó el fiscalizador de la CGR para efectuar la comparación y tampoco el año o promedio de años mediante el cual fijó un valor. Tampoco si llevó a valor presente estas cifras, además de utilizar algún tipo de reajuste”.

Agregó que es muy probable que los modelos cotizados por la Fach no sean, en rigor, comparables con los adquiridos por el Ejército, ya que, además del modelo estándar, se deben considerar elementos como el piloto automático; el equipamiento general, para misiones e interior; la protección operacional; el armamento, además de “comunicaciones, navegación, administración de vuelo, sensores, interfaces, entre otros”.

Donde la Contraloría sí le da la razón al Ejército es respecto de la imputación de haber adquirido un helicóptero modelo AS532 AL + “Cougar” que no cumplía con el requisito de ser nuevo. Aquí la institución comprobó que no se estaba frente a un aparato con 85 horas de vuelo, sino con 85 aterrizajes, que hacen un total de 94 horas con 40 minutos en traslados y que corresponden a “los vuelos realizados con el Ejército de Chile en su proceso de aceptación” del material que finalmente fue comprado.

La institución castrense también desestima en su respuesta que en los hechos C&M haya representado a Eurocopter S.A. y a Airbus Helicopters en la adquisición de las aeronaves Cougar, ya que, señala, Cartoni Maldonado solo entregó una carta de presentación, pero “los contratos respectivos fueron firmados directamente entre el Fisco-Ejército de Chile y Eurocopter S.A. y Airbus Helicopters”, y añade, “los precios de las aeronaves fueron elaborados por las citadas empresas y no por su representante, en el caso C&M”.

La Tercera consultó el tema con autoridades del Ejército y el Ministerio de Defensa. En ambas instituciones sostienen que hay problemas en la forma en que Contraloría hizo el cálculo de los dineros pagados.

El contralor del Ejército, general Jorge Peña Leiva, recalcó que están “trabajando en una reconsideración con la auditoría, derivado a que ahora tenemos mayor tiempo para poder requerir la información oficial a los fabricantes y a todas las organizaciones para poder demostrar que la diferencia de precios en la adquisición de los helicópteros del Ejército, con la cotización que la auditoría tuvo a la vista, no implica un porcentaje elevado, de tal manera que pudiese tender a algún llamado sobreprecio”.

Sobre el porqué la conclusión de la unidad de fiscalización es tan diferente de la percepción del Ejército, afirmó que en el breve plazo de respuesta no pudieron desplegar toda la información: “Vieron que eran helicópteros que tenían obviamente las mismas características en términos generales. Pero el detalle de todo el equipamiento no se evaluó y tampoco nosotros los incorporamos en la respuesta, porque no teníamos los antecedentes”.

En esta misma línea, el general Gustavo Núñez, comandante de la Brigada de Aviación del Ejército, destacó que “los helicópteros tienen un precio base y hay una serie de equipamientos con características especiales, que pueden ser muy caros y que tienen que ver con el blindaje, con la capacidad de electroóptica que tengan, de ocultamiento, las capacidades de apoyar a la población en caso de desastres para poder levantar carga. Hay una serie de cosas que van en el precio base que no se cotizan generalmente”.

En tanto, Juan Francisco Galli, subsecretario de Fuerzas Armadas, explicó a este diario que Defensa suscribió en esta administración un convenio con Contraloría para que los asesoren respecto de cómo subsanar las observaciones de todas las auditorías realizadas en el sector entre los años 2016 y 2017.

“Aquí hay dos opciones: si hubo un error en el proceso, lo que corresponde es investigar y sancionar, y si hay una irregularidad, lo que corresponde es informar al Ministerio Público para que se investigue. Pero hay otra alternativa, y es que en realidad la diferencia de precio tiene una justificación razonable que no se supo explicar y eso puede entenderse, porque hubo 10 días de respuesta. Hay que esforzarse en dar una respuesta que el contralor considere suficiente”, afirmó.

También destacó que desde el año 2016, el Ejército negocia directamente con proveedores, sin intermediarios, “de modo que no aparezca alguna intervención negativa para la ciudadanía”.

El subsecretario agregó que cuando asumió el ministro de Defensa, Alberto Espina, una de las primeras actividades que realizó fue reunirse con el contralor Jorge Bermúdez, quien le entregó detalles de las auditorías que existían de parte de esa institución y que involucraban a las Fuerzas Armadas.

Consultado sobre el informe de la CGR, el abogado de Virgilio Cartoni, Samuel Donoso, rechazó el contenido del documento. “Sus conclusiones denotan una absoluta falta de rigurosidad en la investigación por parte de los funcionarios, las imputaciones que hacen a mi cliente son gratuitas, le causan un daño inmerecido, es una resolución administrativa manifiestamente errada en los hechos e injusta en el derecho”.

A su vez, la empresa Airbus Helicopters explicó que el “el Ejército de Chile opera 10 helicópteros H215M, de los cuales los últimos dos fueron comprados en 2013 y otro en 2014. Los precios de las aeronaves, en esta compra, como en cualquier otra de estas características, dependen de diferentes factores, tales como modelo, año de fabricación, plazo de entrega, configuraciones y condiciones de contrato. Por lo tanto, los valores pueden variar dependiendo de esas condiciones y no son comparables sin considerar esas variables”.

“Airbus Helicopters se relaciona de manera directa con sus clientes en Chile, incluido el Ejército. Y desde el 2015 ya no trabaja con la empresa C&M. Airbus está disponible para responder todas las consultas, tanto de sus clientes como de las entidades fiscalizadoras”, concluyó.

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