HANS SCOTT / AGENCIAUNO
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Ante la presión de los medios y los laicos, el Obispado de Temuco informó la situación en que se encuentran los casos de tres sacerdotes denunciados por abusos sexuales a menores, uno de ellos ya difundido parcialmente en la prensa y otros dos que estaban ocultos hasta el momento.

El primer caso corresponde al sacerdote Pablo Walter Isler Venegas, a quien la Congregación para la Doctrina de la Fe del Vaticano sancionó por abuso sexual de menores. Las penas expiatorias perpetuas impuestas al sacerdote fueron las siguientes:

  • Prohibición de ejercer públicamente el ministerio sacerdotal y de trabajar pastoralmente con adolescentes y jóvenes.
  • Prohibición definitiva de residir dentro del territorio de la Diócesis San José de Temuco y de visitar sin previa y expresa autorización del Ordinario, las parroquias de Lautaro, Imperial y Traiguén.
  • Se conmina al sacerdote Pablo Walter Isler Venegas, a cumplir fielmente, con asentimiento religioso del entendimiento y la voluntad, las sanciones canónicas indicadas en este decreto.

El obispado indicó que el proceso contra Isler Venegas se inició el año 2011 durante la administración anterior, fecha en que llegaron las primeras denuncias.

Según el obispado, el sacerdote Isler Venegas ya desde el 2003 se encontraba fuera de la Diócesis de Temuco, realizando diversas experiencias pastorales en la Prelatura de Illapel.

“A expresa solicitud de las víctimas que en su momento solicitaron plena reserva, no se había hecho público. Con el aprendizaje de estos años, nos hemos dado cuenta que el respeto y protección de las víctimas en ningún caso nos exime del deber moral de poner en conocimiento de la comunidad estos graves delitos”, admitió el obispado.

En consideración de lo anterior, aparte de los casos que son de público conocimiento, el obispado dio a conocer la situación que ha afectado a otros dos sacerdotes de la diócesis:

  • El sacerdote Juan Carlos Mercado Elgueta, quien a mediados del año 2013, después de la investigación previa a raíz de denuncia por abuso sexual a menores, presentó su renuncia al ministerio sacerdotal.
  • El sacerdote José Vicente Bastías Ñanco, quien actualmente se enfrenta a un proceso penal canónico por abusos sexuales a menores de acuerdo a lo establecido con la Congregación para la Doctrina de la Fe, se encuentra suspendido temporalmente del ejercicio público del ministerio.

“Aprovechamos de reiterar la firme disposición del obispo diocesano (Héctor Vargas) de asumir los desafíos que el papa Francisco ha pedido, en el sentido de asegurar espacios sanos, seguros y confiables en la Iglesia para niños, niñas y jóvenes”, concluyó una declaración oficial.

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