Un análisis de la encuesta Casen 217, realizado por TECHO-Chile, arrojó que la población que arrienda en zonas urbanas pasó de 19,2 % en 2011 a 24,5% en la actualidad.
Esto representa una disminución de 64,6% a 59,3% de propietarios.
El gerente de Vivienda y Urbanismo de la Cámara de Construcción de Chile, Pablo Álvarez, las causas para que los ciudadanos dejen de adquirir una vivienda propia son la escasez de los terrenos, y en consecuencia el aumento de precios.
“Al aumentar el el precio de la vivienda, hay dos fenómenos. Tu ingreso no se ajusta al pie que está pidiendo la banca, que es más o menos un 20%. Lo otro es que las viviendas nuevas o casas están cadavez más lejos y hay gente que privilegia arrendar en un lugar bien ubicado, más que tener una casa pero lejos”, afirmó Álvarez a El Mercurio
Otros especialistas atribuyen el fenómeno a causas generacionales sociales.
El sociólogo de la Universidad Andrés Bello, Mauro Basaure, explicó que en el caso de los millennials prefieren reunir para otras experiencias como viajar, antes que pensar en estabilizarse.
El académico también señaló que la separación de familias influye en el incremento de arriendos porque los miembros buscan distanciarse.