Christian Iglesias/Aton Chile
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La eventual venta de medicamentos en supermercados, una de las medidas que el gobierno pretende implementar a través de los cambios al proyecto de Ley de Fármacos II, que se discute en el Congreso, es recibida con total aceptación por parte de los 18 ediles de las comunas rurales del Gran Santiago.

Cristián Balmaceda, presidente de AMUR y alcalde de Pirque, considera que “el centralismo se hace notar incluso para comprar un paracetamol, ¿cómo es posible que una persona deba movilizarse kilómetros y kilómetros para comprar un paracetamol o un ibuprofeno?”

“Hay algunas comunas rurales que tienen una farmacia o, incluso, ninguna, y sería de gran ayuda, considerando las grandes extensiones territoriales que tenemos, que los almacenes de barrio y las góndolas de supermercados pudieran proveer a los vecinos de medicamentos genéricos que están disponibles por venta directa”, afirmó el representante de la AMUR.

De esta manera, el alcalde Balmaceda afirma que “es indispensable que esta medida traiga consigo ciertos mecanismos de control, porque si bien la idea es hacer los medicamentos más accesibles, también debiera legislarse que se entreguen en dosis precisas”, y agrega que establecer esta política pública “mejoraría la eficiencia del sistema de salud y la calidad de vida de las personas, en particular, de aquellas que residen en comunas rurales”.

Juan Pablo Barros, alcalde de Curacaví, explica que descentralizar la venta de fármacos de venta directa no afectará la salud de las personas, dado que “estamos hablando de diversificar la oferta de analgésicos, antiinflamatorios, vitaminas, etc., en almacenes de barrio, minimarkets, supermercados, para sustentar las dificultades de la vida rural”.

Además, el edil puntualizó que “la vida cotidiana en una comuna rural es muy diferente a la que se vive en la urbe, porque las distancias, la movilización y el acceso a ciertos servicios, como las farmacias, es mucho más complejo”.

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