En su declaración, el Comité Permanente del Episcopado pidió, a las víctimas, sus familias y comunidades, “perdón en nombre de los Obispos y de la Iglesia” por los abusos a menores de eda cometidos en el interior de la institución.
Esto luego que el Papa Francisco haya decidido dimitir del estado clerical a Francisco José Cox, arzobispo emérito de La Serena, y a Marco Antonio Órdenes, obispo emérito de Iquique, como “consecuencia de actos manifiestos de abusos a menores”.
“Los obispos de la Conferencia Episcopal continuamos nuestro caminar de renovación eclesial, con nuestro servicio a disposición del discernimiento del Santo Padre, y trabajando con afán, apoyados por valiosos grupos de laicas, laicos y consagrados, para cumplir e implementar nuestras decisiones y compromisos del 3 de agosto pasado”, afirman en el comunicado.
Asimismo, solicitaron “que el Espíritu Santo suscite pastores humildes y llenos del amor de Dios para conducir a su pueblo”.
El comunicado fue firmado por el presidente de la Conferencia, monseñor Santiago Silva; el secretario general, monseñor Fernando Ramos; y los miembros del Comité Permanente, el cardenal Ricardo Ezzati y monseñor Juan Ignacio González.
El comunicado ha ocasionado malestar entre las víctimas, pues aseguran que algunos de los firmantes del comunicado están implicados en algunas denuncias de ataques a menores, particularmente se refirieron al arzobispo Ezzati, quien enfrenta acusaciones por encubrimiento de los casos.