El Ministerio del Medio Ambiente comunicó esta mañana que, “como ya ha sido informado”, el superintendente del sector, Cristian Franz, dejará su cargo el próximo 1 de noviembre, “tal como fue acordado con las nuevas autoridades en marzo pasado”.
De acuerdo a un comunicado del ministerio, el superintendente Franz agradeció al Gobierno y en especial a la ministra Carolina Schmidt, “la confianza depositada en él durante estos meses, y está seguro que el trabajo de la SMA seguirá siendo fuertemente respaldado por las autoridades, tal como lo ha sido hasta ahora”.
El 13 der marzo pasado, tras asumir el cargo, la entonces ministra del Medio Ambiente, Marcela Cubillos, confirmó a Franz el cargo que asumió en marzo de 2014, junto con la nueva administración de Michelle Bachelet.
Además, la salida de Franz coincide con la publicación de hoy en El Mercurio de un informe de expertos de la OPS y OMS, que concluyó que la estrategia comunicacional del Gobierno para abordar la emergencia en Quintero y Puchuncaví incurrió en errores que contribuyeron a que la situación “escalara a un entorno social de indignación alto”.
La misión de cinco expertos de las organizaciones Panamericana y Mundial de la Salud se desplegó entre el 6 y 14 de septiembre en ambas comunas, en pleno desarrollo de la crisis ambiental que ha originado más de 1.755 consultas en el hospital local.
Los expertos son consultores en emergencia y comunicaciones y especialistas en comunicación de riesgo, epidemiología de campo y en servicios de salud de Chile, Perú, Costa Rica y Cuba. Tras la visita, entregaron al Gobierno un informe al que la ONG Dunas de Ritoque accedió por Ley de Transparencia.
En general, los especialistas no detectaron mayores problemas en la red de servicios para atender la emergencia, y solo sugirieron fortalecer la atención primaria y su coordinación con niveles más complejos. Incluso señalan que sería innecesario construir en la zona el nuevo hospital anunciado por el Gobierno.
A juicio de los expertos, esto “parece más una respuesta provocada por la alarma” que una evaluación de la red de servicios.
En cambio, es en el ámbito de la comunicación de riesgo donde encontraron las mayores debilidades. Señalan que las medidas adoptadas por las autoridades “se informaron con errores de comunicación que contribuyeron a que la emergencia escalara a un entorno social de indignación alto”.
Por ejemplo, se hace referencia al mensaje de un seremi mientras explicaba el daño a la salud, cuando afirmó que “lo que se pone en juego acá es la vida de las personas”. Según el documento, ello elevó el “riesgo técnico” del peligro que representaban las emanaciones, lo que aumentó la incertidumbre entre los afectados, pues “la gente se mueve más por la emoción que por la razón”.
El reporte acusa “un encuadre inconveniente del mensaje”, lo que ocasiona “pérdida de confianza y credibilidad de los voceros oficiales, lo que dificulta la escucha de las personas y la búsqueda de consensos”. Para reposicionar el mensaje recomienda visibilizar las acciones del Ministerio de Salud, que hasta ahora ha tenido un perfil bajo frente a su similar del Medio Ambiente.