MARIO DAVILA HERNANDEZ/AGENCIAUNO
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El martes, un tribunal de Arica encontró culpables a cuatro integrantes de una red que se dedicaba a ingresar ilegalmente ciudadanos dominicanos a territorio chileno.

Según fuentes judiciales, el veredicto de culpabilidad fue pronunciado de forma unánime por los tres jueces, tras dos meses de juicio.

Autoridades señalaron que una quinta personas investigada por el mismo caso fue absueltas por el tribunal. No obstante, se abrirá un nuevo juicio el próximo 6 de noviembre contra otros dos implicados que fueron detenidos en Perú y extraditados en octubre de 2017 para quedar a disposición de la Justicia chilena.

Se trata de Soledad Maquera Clavería, presunta líder de la banda, y su segundo al mando, Juan Castillo Vilca, quienes fueron aprehendidos tras una operación conjunta entre la policía peruana y la chilena.

De acuerdo a la agencia EFE, el próximo 29 de noviembre se darán a conocer las penas que deberán cumplir Reyna Huaringa Maquera, Yemeyel Morales Álvarez y los hermanos Kliver y Kharlo Zárate Sunción, todos de nacionalidad peruana, por el delito de tráfico de personas.

El juicio oral incluyó 89 casos de dominicanos que fueron trasladados ilegalmente a territorio chileno, previo pago de sumas que fluctuaban entre 700 y 3.000 dólares por persona, aunque se presume que fueron más de 200 los migrantes introducidos a Chile por esta red desde el año 2014.

Datos de la investigación develan que los imputados captaban a ciudadanos dominicanos en su país de origen, les ofrecían trasladarlos a Chile y le indicaban que los ayudarían a obtener los permisos de trabajo y visas en el país. Sin embargo, los traficantes abandonaban a sus víctimas una vez que recibían el dinero y los pasaban por la frontera.

Autoridades desmantelaron la organización en octubre de 2016, luego de que se hicieran allanamientos simultáneos en Perú y Chile.

La Fiscalía determinó que los dominicanos eran trasladados vía aérea a Ecuador, luego continuaban su camino hasta Tacna, Perú por vía terrestre, donde eran recibidos en “casas de acopio” de migrantes en Sullana.

Desde la ciudad, frontera con Chile, la banda utilizaba dos vías para trasladar a los migrantes a Chile: una a través de territorio boliviano que terminaba en la localidad de Colchane, en la región chilena de Tarapacá, y la otra por la costa, desde Tacna a Arica a través de campos minados que las víctimas debían recorrer a pie, siendo este último el de uso más frecuente.

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