Andres Maldonado/Photosport
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Como una enorme contradicción entre el fuerte apoyo del Gobierno a la Fórmula E, que se corrió este fin de semana en Santiago, y la pobre realidad de electromovilidad que existe al interior del propio Ejecutivo, calificó Greenpeace Chile la prueba que se disputó en el Parque O’Higgins.

“Hace un tiempo consultamos vía Transparencia respecto de la flota de automóviles disponible en el Ministerio de Energía y la información que llegó fue que la cartera disponía de 22 automóviles, de los cuales apenas uno, y dado en comodato, era eléctrico. Los otros 21 vehículos eran a combustión”, indicó Matías Asun, director nacional de Greenpeace Chile.

En este contexto, recordó que en noviembre pasado La Moneda anunció la incorporación de seis autos eléctricos más a su flota, de los cuales uno fue destinado al Ministerio de Energía. Serían, entonces, un total de dos vehículos eléctricos para la cartera encargada de impulsar la Estrategia Nacional de Electromovilidad.

“Necesitamos una voluntad mucho más clara y por eso es que lo verdaderamente potente como señal sería que todos los ministros y el propio Presidente de la República solo utilizaran vehículos eléctricos”, añadió el director de la ONG.

También destacó que la carrera de este fin de semana en Chile encuentra al mundo en una drástica transformación hacia la electromovilidad. Por ejemplo, el Reino Unido ha dicho que prohibirá la venta de automóviles diésel y gasolina en 2040 y que en el año 2050 ya no podrán circular por las calles de la isla.

Francia también ha anunciado que prohibirá la venta de coches de combustión en 2040. Otros países, como Dinamarca, Irlanda, Alemania y Holanda pretenden lograrlo en 2030. Noruega es el más adelantado y quiere hacerlo el 2025.

Según Greenpeace, a nivel internacional la electromovilidad representa hoy solo el 1,1% del parque automotriz mundial, aunque se espera un incremento sostenido en las ventas, considerando que los valores de los vehículos eléctricos, entre el 2025 y 2030, estarán a la par que los vehículos de combustión interna. Por eso, la proyección es que se pase del actual 1,1% a cerca de un 30% de autos eléctricos en el mundo el 2060.

En Chile el sector del transporte resulta clave en el tema de las emisiones de gases de efecto invernadero, porque representa el 22% del total país, afirmó la organización ecológica

Por eso, añadió, lo que suceda en las calles de Chile resulta tan trascendente como combate efectivo a los efectos del cambio climático y, en el caso particular de Chile y algunas de sus ciudades, para batallar contra la contaminación atmosférica.

En este contexto, y según estimaciones del gobierno, se proyecta que para el 2050 cerca de un 40% del parque de autos livianos en Chile serán eléctricos, a lo que se sumará el 100% del transporte público.

Sin embargo, resaltó Greenpeace, el año pasado, de los 417.000 automóviles que se vendieron en el país, solo 197 fueron eléctricos, lo que representa el 0,04% de las ventas. Y, pese a que esas ventas fueron un 44% más que el 2017, fueron muy inferiores al 523% que existió ese año respecto del 2016.

“Valoramos medidas como la incorporación de buses eléctricos al Transantiago, pero la baja tasa de electromovilidad es resultado de que todavía no somos capaces de dejar atrás el uso de combustibles fósiles”, enfatizó Asun.

“El problema es que seguimos enchufados al carbón. Sería interesante por ejemplo que, como país sede la próxima reunión de la COP25, Chile anunciara una fecha para el fin de la venta de vehículos a combustión”, concluyó.

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