El presbítero Tito Rivera se defendió de las acusaciones en su contra, pero además disparó contra la Iglesia Católica. El religioso habló de “homosexuales, pedófilos y dilapiladores”, refiriéndose a otros sacerdotes y, además, de “la realidad de pecado que se vive al interior de la Iglesia”, asegurando que “no reconocerlo es taparse los ojos con ambas manos”
Respecto de las palabras del sacerdote (“el señor Rojas parece gozar con las fantasías sexuales que relata”) la red de sobrevivientes de abuso eclesiástico, a través de su vocero, Helmut Kramer, dijo que “no es placer afrontar de forma pública la situación que han vivido”, y que, por el contrario, “lo único que debería ser un placer, es no sufrir abusos sexuales”.
Por su parte, el abogado representante de Rojas, Alfredo Morgado, llamó al religioso a que individualice a los superiores de quienes habla. “Que diga cuáles son las conductas, más allá de hablar de los cambios habituales y esta imputación del olvido de las víctimas”, dijo el jurista.
“Esas aseveraciones tendrán que tener mayor densidad y antecedentes que permitan seguir profundizando en la individualización”, cerró Morgado.
Rivera será formalizado este 29 de marzo por el delito de abuso sexual con las agravantes del acto haber sido cometido por un ministro de culto y al interior de la Catedral Metropolitana de Santiago.