Los planes de inversión de las empresas sanitarias han debido modificarse debido a la intensa sequía que afecta al país desde el 2009. Las obras se materializarán en un plazo de hasta cuatro años, pues el cambio climático ha reducido la disponibilidad del recurso hídrico.
Según El Mercurio, la mayor parte de las inversiones se destinarán al desarrollo de plantas desalinizadoras en el norte, mientras que en el centro y sur del país se trabaja en fortalecer la infraestructura existente y asegurar con nueva tecnología abastecimiento en panorama de lluvia más cortas e intensas.
Essbio pretende invertir US$258,5 millones al 2023, para beneficiar a más de 800 mil clientes distribuidos en la región de O’Higgins, Ñuble y Biobío. En la Región Metropolitana Aguas Andinas invertirá US$120 millones en operaciones de megaestanques de Pirque que permitirán que Santiago pase de 11 a 34 horas de autonomía para enfrentar emergencias.
En tanto en el norte Aguas Antofagasta afirma que para los próximos años su principal inversión será la construcción de la Planta Desaladora de Antofagasta, que implicará unos US$92,4 millones. Al igual que Aguas del Altiplano en Arica que invertirá US$ 54,2 millones para construir la primera planta desalinizadora de la ciudad.