T13
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Felipe Osiadacz, uno de los chilenos detenidos en Malasia acusados por el asesinato de una mujer trans, rompió el silencio y abordó todos los detalles del hecho y su estadía en prisión por 488 días.

En una entrevista con T13, el hombre relató que “los primeros seis meses fueron aterradores. Una experiencia que no se la doy a nadie”. Tras ser procesado por homicidio, junto a Fernando Candia, fueron trasladados a una cárcel de alta seguridad en la zona de Kuala Lumpur. Allí, dice, tenía que defecar en el piso, comer un pescado que le hacían sacar ronchas negras y que muchas veces defecó sangre.

Ante tal situación, Osiadacz  dijo que “le rogaba al universo que me llevara durante el sueño, quería dejar de vivir ese sufrimiento que estaba viviendo, tan intenso, tan fuerte, tan terrorífico, tan lamentable”.

Sobre la muerte de la víctima, identificada como Yusaini Bin Ishak, manifestó que “nunca en mi vida, por ningún segundo, se me pasó por la mente que la persona que estaba en el suelo podía estar muerta”. 

“Cuando las puertas (del ascensor del hotel) se estaban cerrando, viene esta persona y bloquea las puertas para que no podamos subir. Ahí se pone más agresiva, nos tira un objeto contundente, trata de tirarnos un florero, lo paramos y lo trato de sostener en el piso, y me acuerdo que se movía y se movía. Le pido a mi amigo que me ayude a sostenerlo, estamos unos minutos sosteniéndolo hasta que llega la policía”, contó.

Consultado por cómo volvió a Chile, luego de salir en libertad condicional a la espera del cierre del caso, evitó responder. “No creo que sea correcto explicar el cómo salí, quizás en algún momento cuando se termine todo este proceso no voy a tener problemas en explicarlo (…) Si me fugué, eso está claro. Yo no tenía en poder mi pasaporte. Creo que va por ahí la cosa”, contestó.

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