FOTO:MARIO DAVILA/AGENCIAUNO
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El expresidente de Metro Blas Tomic presidió la empresa de transporte capitalina entre abril de 2006 y mayo de 2007, época en que el gobierno de Michelle Bachelet lanzó el Transantiago, sistema que cambió el transporte de la ciudad para siempre.

Tras ello, el Metro se convirtió en el eje central del transporte en Santiago y un orgullo respecto a su tecnología, limpieza y rapidez. Sin embargo, la última alza en las tarifas del transporte vino a poner un quiebre con la ciudadanía, lo que para Blas es “legítimo” pero que por otro lado no contempla el subsidio que realiza el Estado.

La gente tiene derecho a estar preocupada de que sus ingresos sean suficientes y el costo del transporte es un componente no menor en una familia promedio en Chile. Me parece legítimo preocuparse por ese tema y tener una posición y pedir que (las tarifas) sean lo más baratas posibles”, afirmó Tomic a La Tercera.

Pero “esa misma gente no tiene conciencia del subsidio enorme que hay tras las tarifas que se les cobra. El alza de tarifa no hace desaparecer para nada el subsidio que está contenido detrás de esas tarifas. ¿Qué significa subsidio? Significa que el verdadero costo de proveer el servicio de transporte en el Metro es muy superior a lo que se cobra en la tarifa“, comentó.

Por ejemplo, “se han construido muchos kilómetros más de línea, se han importado más trenes, en fin, hay más infraestructura. Hay dos tipos de costos: los operacionales, es decir, todo lo que cuesta en un día determinado hacer andar el Metro en electricidad, mantención, personal; y el otro costo muy grande es la amortización de la inversión que son miles de millones de dólares invertidos en el Metro y que todos los años aumenta”.

“Y ese costo no se le cobra al usuario. Ese costo es puro subsidio y ese es el subsidio que hay detrás de la tarifa. La gente lo único que ve es el aumento de la tarifa”, sentenció.

Respecto al subsidio explicó que “proviene de la caja fiscal y la caja fiscal tiene una dimensión finita. Y esa misma caja fiscal es la que tiene que utilizar para subsidiar la salud, educación, hay un montón de subsidios que está entregando el Estado permanentemente. Lo que puede ocurrir es lo que pasó en Ecuador, que de repente el Estado no da para más, empieza a quebrar y suceden cosas como endeudarse en el extranjero y no poder después pagar los bonos, todas esas cosas que traen consecuencias mucho más graves para todos”.

Pese a todo, cree que el Metro sigue siendo importante para la ciudadanía.

“Millones de ciudadanos se benefician del Metro todos los días, no solo porque se transportan de un lado a otro, sino porque es un servicio bien provisto, hay estaciones que son una especie de catedrales de la ciudad moderna donde la gente se reúne. Yo diría que el Metro es la máxima expresión de desarrollo en Chile. Esto es una experiencia de modernidad que está al servicio de todos los ciudadanos, no es una riqueza concentrada para el placer de unos pocos, que es una de las críticas que se hace a lo que está ocurriendo en Chile”, dijo.

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