La Sociedad Chilena de Oftalmología (Sochiof) realizó un balance respecto al número y severidad de atenciones que la Unidad de Trauma Ocular (UTO) del Hospital del Salvador ha enfrentado en el marco de las manifestaciones desarrolladas en el país durante las últimas semanas.
En relación a las atenciones registradas desde el 19 de octubre al 9 de noviembre, el organismo indicó que se presentaron 168 pacientes con trauma ocular severo y el promedio de edad fue de 29 años , siendo la mayoría hombres.
También, 32 pacientes presentaron traumatismo ocular con globo abierto (estallido ocular o herida penetrante ocular) producto de heridas por balines de goma.
Es necesario destacar que 28 pacientes sufrieron pérdida total de la visión del ojo afectado y un 52,9% presentó disminución severa de la visión.
El organismo señala que existen 55 casos más registrados en otros centros de atención, tanto en Santiago como en regiones, durante el mismo período. Gustavo Gatica es la víctima que se encuentra en un estado de mayor gravedad ya que sufrió un trauma ocular bilateral severo con pérdida de visión en sus dos ojos.
Además, los especialistas indican que en los próximos días la cifra de afectados se podría incrementar ya que están en proceso de corroborar y completar información en varios casos.
La Sochiof hizo un llamado a las autoridades del Ministerio del Interior y Fuerzas de Orden y Seguridad a tomar medidas urgentes para detener la utilización de balines antidisturbios, ya que están generando un inédito número de pacientes con lesiones oculares graves y con daño visual severo.
“Continuaremos reiterando a todas las autoridades competentes, en todas las instancias que sean necesarias, la urgencia de revisar los protocolos al momento de resguardar el orden público y detener el uso de estas armas. Los daños son múltiples y la mayoría de las veces irreversibles”, señaló el doctor Dennis Cortés, presidente de Sochiof.
Finalmente el organismo recordó la importancia de la prevención que cada persona debe tener para evitar sufrir un trauma ocular severo, siendo la principal medida el uso de lentes protectores o antiparras certificadas por el ISP o que cuenten con la certificación americana ANSI Z87.1 (Z87+), europea EN-166 o antibalística MIL-PRF-31013 y MIL-DTL-43511 D, que brindan alta protección ante impactos externos.