Esta mañana se realizó un operativo de expulsión de 207 ciudadanos bolivianos que se encontraban detenidos en las cárceles de Iquique, Pozo Almonte y Alto Hospicio, por delitos de tráfico de drogas, trata de personas, robo y porte ilegal de armas, entre otros.
Los condenados fueron acompañados por personal policial bajo estrictas normas de seguridad y también sanitarias como toma de temperatura y trajes especiales, antes de subir al bus que los llevará de regreso a Bolivia.
El intendente de la región de Tarapacá Miguel Ángel Quezada, junto al jefe regional de la PDI, César Cortés, estuvieron presentes en este traslado hacia el paso fronterizo de Colchane, desde donde abandonarán el norte del país.
Este es el tercer operativo de estas características que ha coordinado el Ministerio del Interior y Seguridad Pública con la PDI, tras retomar estos programas suspendidos por la pandemia.
El primero se realizó el 23 de julio pasado en el Complejo Fronterizo Chacalluta, lugar donde se concretó la expulsión de 113 personas de nacionalidad peruana.
El segundo fue el 17 de agosto, donde se llevó a cabo la expulsión de 38 ciudadanos colombianos (32 hombres y 6 mujeres) quienes se encontraban detenidos en distintas cárceles del país.
En esa oportunidad, el subsecretario del Interior, Juan Francisco Galli, se refirió a este tipo de operativos, indicando que “creemos importante que incluso durante la pandemia de Covid-19, poder materializar expulsiones de ciudadanos que han infringido o se encuentran en irregularidad en nuestro país y que por lo tanto producto de, ya sea sanciones judiciales o administrativas, son expulsados por el incumplimiento de normas migratorias e incluso la comisión de delitos”.