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Este sábado 3 de abril debemos atrasar nuestros relojes, ya que damos paso al denominado horario de invierno. Esta modificación afectará en nuestro ritmo biológico, lo que puede ocasionar cambios de ánimo, irritabilidad y malestar general.

Por lo anterior el docente de Psicología de la Universidad Autónoma de Chile, Pablo Reyes, explica a qué se debe el desarrollo de estas conductas y las recomendaciones que debemos seguir para que este proceso de adaptación sea
más llevadero.

“Como punto de partida, es importante considerar que la vida se lleva a cabo mediante la integración de ciclos que son repetitivos. Estos ciclos repetitivos son los llamados ritmos biológicos. Un cambio de horario genera una alteración en estos ritmos biológicos”, partió explicando el especialista.

Según señala, estas alteraciones apuntan por ejemplo al sistema nervioso central, generando una mayor somnolencia, una mayor irritabilidad, una menor concentración y también algún grado de dificultad de memoria. “También provocan fatiga, una baja de rendimiento y una menor productividad. Como también una sensación de malestar general, cambios de ánimo y trastornos digestivos, entre otros”, enfatizó.

Reyes entregó una serie de recomendaciones para hacer frente a estas dificultades producidas por el cambio de horario y variación en nuestras rutinas.  “Empezar a dormir un poco más temprano. Evitar el consumo de ciertos estimulantes como el café alguna bebida que pueda ser energizante. No dormir siesta, también eso es un factor que nos va a ayudar. Evitar el uso de pantallas telefónicas o de televisores al menos una hora antes de que
nos vayamos a dormir”, afirmó Reyes.

 

 

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