Agencia Uno / Referencial
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Este jueves la Brigada de Investigación Criminal (Bicrim) de la PDI de Chillán, realizó un foco operativo en el que se recolectaron más de 100 armas de fuego que no estaban regularizadas correctamente.

En la operación además participó la Fiscalía de Análisis Criminal y Focos Investigativos de Ñuble. Dichas armas estaban en poder de familiares de personas fallecidas, en ocasiones de hace décadas, y estas no habían sido regularizadas por los herederos. Debido a esto podrían haberse utilizado en la comisión de delitos.

Desde la PDI informaron que se trata del segundo operativo de este tipo, luego de que en 2019 se recuperasen 75 armas de fuego en Chillán, Chillán Viejo, Bulnes y en San Carlos.

En esta ocasión según se detalló, el foco fue en la zona sur de la región, es decir, en Yungay, Pemuco, El Carmen, Bulnes, Quillón y San Ignacio, totalizando 101 armas. Además iniciará un tercer operativo en las comunas del norponiente de Ñuble, entre ellas las del Valle de Itata.

Al respecto, el jefe de la Fiscalía de Análisis Criminal y Focos Investigativos de Ñuble, Álvaro Hermosilla Bustos, informó que “la importancia de este foco es que se busca sacar de circulación armas de fuego que son potencialmente peligrosas para la comisión de delitos violentos si caen en manos equivocadas”.

Según el análisis criminal, Hermosilla destacó que este muestra que “la región de Ñuble concentra delitos que podríamos decir que no son violentos, pero en el último tiempo, y coincidente con la pandemia, se han estado utilizando armas para la comisión de los delitos, aumentando los niveles de violencia en la comisión de aquello. Por lo tanto, la Fiscalía pretende adelantarse a dicha situación y sacar de circulación estas armas, evitando la comisión de delitos futuros”.

Por su parte, el jefe de la Prefectura de Ñuble de la PDI, el prefecto José Luis Gallegos Rabanal, señaló que entre las armas que fueron recuperadas, habían revólveres, escopetas, pistolas y munición de distinto calibre. En ese sentido comentó que  “se realiza un trabajo de análisis y estudio de inteligencia policial que nos permite llegar hasta estas armas de fuego”.

“Muchas de ellas no estaban en la región y gracias al trabajo investigativo que han realizado los detectives, coordinados con la Fiscalía de Análisis Criminal de Ñuble nos ha permitido ubicarlas incluso fuera de Ñuble”, añadió.

Según la ley, los herederos de armas de fuego tienen un plazo de 90 días para regularizar la tenencia de estas luego de que el dueño fallece. Una vez roto ese plazo, la tenencia de dichas armas pasa a ser una infracción perseguible.

Pese a esto, hay una excepción, en el caso de que estas armas se entreguen voluntariamente, es por esto que el foco realizado por la PDI, buscaba también el informar a las localidades, incentivando así la entrega voluntaria.

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