De acuerdo con cifras del Ministerio de Salud (Minsal), desde el inicio de la pandemia más del 50% de las atenciones médicas en Chile se han realizado a distancia.
Y no solo de psicología y medicina general vive la telemedicina. La atención telemática, que vivió un auge a propósito de la pandemia, hoy se ha expandido a más especialidades. Muchas de estas impensadas tiempo atrás.
Esto porque la ginecología, por ejemplo, en la actualidad cuenta con teleconsultas. Eso sí, Marcia Venegas, ginecóloga de Saludtech, plataforma de telemedicina, hace hincapié en que la presencialidad sigue siendo indispensable. “La presencialidad es muy importante, porque el control anual debe incluir un examen físico. Sí o sí, las pacientes deben ver a su ginecólogo una vez al año”.
La profesional, a su vez, destaca que fuera de los exámenes físicos, es completamente viable llevar con éxito consultas a distancia. “La educación, elección de métodos anticonceptivos, conversar sobre los resultados o recetas, son temas que se pueden abordar por telesalud”.
Así, uno de los principales desafíos fue que las pacientes también se adaptaran al cambio de paradigma y entendieran que, si bien era necesario ser examinadas, las consultas a distancias también eran factibles para resolver una serie de dudas.
Al respecto, Venegas aclara que la educación fue muy importante. “Cada vez que se atiende a una paciente por telemedicina se le deja muy en claro que esa atención no está reemplazando el examen físico. Pero que todas las otras cosas sí las podemos conversar mediante la vía telemática. Además, facilita el examen físico: hay una confianza establecida. Y cuando hay presencialidad nos dedicamos solo al examen físico, lo que ahorra tiempo”.
Lo anterior es una solución que permite optimizar los tiempos y, de alguna manera, descongestionar el atiborrado sistema de salud, utilizando la presencialidad solo cuando sea estrictamente necesario.