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Esta mañana la Presidenta de la Convención Constitucional, María Elisa Quinteros, se refirió al proceso realizado por el órgano redactor de la nueva Carta Magna brindando un discurso para en el marco de la Ceremonia de entrega de la Propuesta Constitucional.

“Ha llegado el día de entregar la propuesta de nueva Constitución a todo el país, a exactos 12 meses desde que comenzáramos esta tarea, hasta hace poco impensada”, partió señalando la presidenta de la mesa directiva. 

“Un año de intenso y riguroso trabajo, desarrollado por un órgano elegido democráticamente, por primera vez paritario, con una representación y diversidad poco antes vista en nuestra historia, conformada desde la confianza depositada en ciudadanas y ciudadanos que acogimos este mandato de soñar con un país más justo para todas y todos”, añadió.

“Me siento honrada de presidir este momento histórico, depositario de un antiguo anhelo de transformación, que evocamos cada vez que imaginamos nuestra patria más inclusiva, solidaria, democrática, respetuosa de sus derechos y libre de atropellos”, destacó.

Posteriormente Quinteros aprovechó de agradecer por su labor “a la mesa encabezada por la presidenta Elisa Loncón y el vicepresidente Jaime Bassa; quienes tuvieron la gran tarea de liderar la instalación y funcionamiento de la Convención en la primera etapa”.

“Supimos dar una respuesta pacífica a urgentes demandas ciudadanas, lo que demuestra nuestra capacidad de colaborar y crecer en conjunto (…) Nos ha tocado escribir este texto constitucional en medio de convulsiones sociales, de una crisis socioambiental sin precedentes, durante una pandemia, y mientras ocurren nuevas guerras en el mundo”, remarcó.

“Hemos elegido un camino institucional para salir adelante, para corregir desequilibrios, para encontrar otros balances y volver a traer a la conversación algunos elementos que habíamos olvidado”, destacó la presidenta de la Convención.

“En segundo lugar, porque se gestó bajo innegables e inéditas condiciones democráticas. Es decir, de representatividad política, social, cultural y de género. Así llegamos a amplios acuerdos, supra mayoritarios, redactando la primera Constitución paritaria del mundo”, añadió.

“En tercer lugar, porque fue participativa. En ella participaron millones de personas de manera individual u organizada, quienes compartieron sus propuestas y apoyaron las iniciativas de normas populares, entre otros mecanismos de participación”, valoró Quinteros.

“Es así como esta propuesta constitucional recoge un anhelo de cambio que compartimos como país, mucho antes incluso de saber que existiría la posibilidad de redactar una nueva Constitución“, agregó.

“Evoca ese anhelo de justicia que intuíamos posible cada vez que nos enfrentábamos a atropellos e injusticias, y cada vez que la solidaridad aparecía espontáneamente entre nosotras y nosotros. No inventamos la realidad, ni impusimos demandas“, aseguró. 

“Nos limitamos estrictamente al mandato histórico ciudadano, con acuerdos amplios, con pleno respeto y consideración al marco jurídico internacional y con el fundamento científico, ético y social en cada una de las propuestas redactadas”.

“Por eso, esta propuesta constitucional busca reducir las desigualdades, en particular, a grupos históricamente excluidos. Un Chile cuya convivencia se sustente en el respeto a las libertades individuales y colectivas también es parte de esta propuesta, que consagra la libertad de pensamiento, expresión, enseñanza, religión, libertad de emprender y de desarrollar actividades económicas diversas”.

“Asimismo, proponemos un Chile con igualdad de género, que garantice los derechos de las mujeres, niñas, jóvenes, diversidades y disidencias sexuales. Y en el que se respete un principio que inauguramos con esta Convención: la paridad”.

Esta propuesta también habla de un Chile que reconozca a sus territorios, en el que las regiones podrán implementar políticas públicas que se hagan cargo de sus necesidades locales tan diversas.

“Un Chile con economía responsable, en el que el Estado tendrá un rol más activo con principios como responsabilidad fiscal, equidad territorial, y desarrollo armónico con la naturaleza. Finalmente, proponemos un Chile que garantice los derechos de sus habitantes, considerando estándares internacionales de Derechos Humanos”. 

“Es decir, un Chile que consagre con justicia y calidad la salud, la educación, el reconocimiento del trabajo doméstico y de cuidados, el derecho a la vivienda, a la alimentación adecuada, el derecho humano al agua, el derecho a vivir en entornos seguros, libres de violencia, al trabajo decente, a la seguridad social, y a la justicia”, declaró la presidenta del órgano. 

“El resultado final de todo este esfuerzo nos deja una profunda satisfacción. Hoy se cierra este histórico ciclo de trabajo democrático. Y lo hacemos desde este salón de honor, testigo privilegiado de grandes hitos de nuestra historia republicana, para iniciar otro capítulo de la tradición democrática que nos enorgullece”.

“Esta propuesta constitucional, que hoy entregamos, está llamada a convertirse en la base del país más justo con el que todas y todos soñamos. Una Constitución Justa para Chile“, cerró.

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