Paz García es víctima violencia que ocurre en la Región de La Araucanía. Allí, relató, “la casa familiar de toda la vida, de más de 50 años, quedó reducida en cenizas” tras un ataque incendiario.
En conversación con “La Mañana de Agricultura”, dijo que los sujetos dejaron “lienzos haciendo alusión al grupo terrorista, porque hacen alusión a grupos de Resistencia Cautín y de liberación de presos políticos”.
García hace la diferenciación entre estas personas y los mapuches. “Nosotros claramente estamos en negociación con ellos, por ejemplo, para vender un campo. Pero ese modo operando no tiene que ver con ellos, tiene que ver con una violencia, con un accionar claramente terrorista”, dijo.
“El propósito de estos grupos no tiene que ver, creo yo, directamente con las compras que se hacen a través de la Conadi y la recuperación de tierras, sino que tiene que ver con la desestabilización política y claramente con una cosa bien sesgada de quiénes son las personas a las que habría que atacar”, señaló.
De hecho, destacó que “en el caso nuestro no había ninguna relación con alguien o conflicto que uno pudiera evidenciar que algo así iba a pasar”.
“Se entiende que la región hay todo un tema de, probablemente, de apropiación de tierras que no fueron de la manera adecuada en el tiempo de la colonia, muchas cosas. Pero eso tiene que haber una solución no solo para un grupo. Hoy en día la trasgresión de los derechos humanos está afectando a las personas por igual“, sostuvo la víctima.
En cuanto a la solución del conflicto, explicó que “no puede ser a través de la violencia, tienen que sumarse distintos actores, claramente al Estado le corresponde proporcionar seguridades básicas, pero también el sector privado puede hacer algunos guiños de hacer las cosas distintas” como un modelo de productividad más sostenible y que incorpore la cosmovisión indígena.
Agregó que “es impensable esta alternativa que vamos a devolver todas las tierras y qué hace la gente que vive ahí hace 150 años, qué hacen mis primos que viven en el campo y es su vida. Hay que buscar una solución coconstruida y que agregue valor compartido a todas las personas de la región”.