Idea País
Comparte

Al parecer al gobierno le gustan mucho los drones, pero no cuando están arriba de La Moneda. El Presidente Piñera presentó esta semana el Plan “Calle Segura” y las palabras más repetidas en su discurso fueron drones, cámaras de televigilancia y pórticos. Así, el foco de este plan, aparentemente, está en las nuevas tecnologías de punta para mejorar el trabajo policial. Incluso se creará una “Comisaría Virtual” que podremos usar en nuestros computadores o smartphones.

Es cierto que todas estas herramientas tecnológicas, junto con mejoras en la gestión policial, permitirán una labor más efectiva para controlar y disuadir los delitos por parte de Carabineros y la Policía de Investigaciones. Y, por supuesto, que esto es necesario. Pero en los ejes de este plan se echa de menos un mayor énfasis en un aspecto más trascendental del problema: la reinserción y justicia social, donde se juega a largo plazo la lucha más importante contra la delincuencia y el narcotráfico.

La afirmación anterior se basa en la ya amplia documentación sobre las raíces sociales de este problema, en donde sí importa la vulnerabilidad presente en el barrio, el contexto de violencia intrafamiliar, la deserción escolar y el menor acceso a trabajos de calidad, en el momento, por ejemplo, que un niño decide incursionar en el mundo de la pasta base. Estas causas no son fáciles de atacar y requieren de una labor persistente de intervención y reinserción social que involucra la entrega a las personas y comunidades en situación de vulnerabilidad de herramientas, recursos, conocimientos y, principalmente, redes de apoyo.

Claramente, un vecino al ver en las calles de su barrio los drones y cámaras de alta tecnología tendrá una sensación de seguridad y modernidad tremendamente valorada. Quizás el gobierno busca capitalizar estas percepciones. Pero, como sabemos, las apariencias engañan y si avanzamos poco en reinserción y justicia social, la delincuencia y el narcotráfico seguirán estando presentes en nuestras comunidades dado que los drones no se hacen cargo de la raíz del problema.

Dicho lo anterior, sería deseable que el Plan “Calle Segura” incorpore en sus líneas de trabajo a las organizaciones comunitarias de los barrios, como lo son las Juntas de Vecinos, las Parroquias, los clubes de adulto mayor, entre otras. Es clave que exista un trabajo junto con los municipios en que se incluya a las diversas organizaciones que están presentes en los barrios y, sobre todo, que conocen a perfección sus calles, familias y dolores. Creemos que de esta forma se podrá aspirar a una solución más integral y sistemética. Asimismo, podrían incluirse iniciativas de reinserción social con impacto comprobado en coordinación con las distintas organizaciones de la sociedad civil que llevan bastante tiempo trabajando en esta materia, como Fundación Paternitas, Mujer Levántate, entre otras. En definitiva, si queremos hacernos cargo realmente de este problema, no nos fijemos tanto en el cielo buscando soluciones en drones y miremos más al lado a las personas que conviven y se organizan en nuestros barrios.

Gabriel Olave
Investigador IdeaPaís

Últimas Noticias