Chile enfrenta el desafío permanente de mejorar la conectividad y acceso a Internet, tanto en materia de cobertura como de calidad, más aún en los territorios rurales y campesinos del país.
Decisiones regulatorias correctas permiten crear condiciones apropiadas para la existencia de mercados sanos y competitivos, entre las que se encuentran fomentar el despliegue de la infraestructura digital, intensificar la inversión y el crecimiento de las redes móviles y fijas; bajar las restricciones de entrada y aumentar disponibilidad de espectro radioeléctrico y de bandas de frecuencias para acceder a servicios fijos y móviles que le permitan proporcionar múltiples y simultáneos usos.
El espectro considerado inicialmente hace un par de años para los concursos 5G ha sido entregado a pocos operadores para servicios de quinta generación en la Banda 3.5 MHz. Hoy el Estado cuenta con nuevos segmentos disponibles para sumar una nueva licitación en la tecnología 5G y ensanchar los servicios y prestaciones a los ciudadanos.
Consciente de ello y haciendo valer sus facultades como regulador del sector, Subtel presentó una solicitud de aclaración ante el TDLC para que confirme que la Resolución N° 62 no es contraria al ejercicio legal de administrar el espectro radioeléctrico y ratifique la viabilidad de adición de prestaciones móviles a los actuales concesionarios, lo que va a favor de los principios de convergencia y neutralidad de servicios.
Con esta acción, la autoridad demuestra su interés por seguir promoviendo la competencia y el cumplimiento del mandato de velar por la existencia de un cuarto actor en 5G, siendo consistente con la normativa sectorial y la práctica histórica.
Los reguladores deben estar a la altura del desafío y facilitar que las cosas ocurran en el momento adecuado. 5G obliga a la regulación a acelerar las decisiones sobre convergencia de redes, de infraestructuras, de tecnologías, de servicios y de contenidos sobre bandas de frecuencias para diversos usos y servicios.
Tomar decisiones oportunas en reordenar, reasignar y reutilizar bandas de frecuencias, avanzar en concesiones únicas que permitan el uso de frecuencias para todo tipo de servicios fijos y móviles, que dado el intenso cambio tecnológico la concesión debiera contemplar el derecho a evolucionar para competir y dar mejores servicios.
Pero no solo hay poderosas razones de mercado detrás de la necesidad de avanzar en esa dirección. También hay motivos sociales tanto o más importantes.
Dentro de las recomendaciones para avanzar en una Agenda Digital en América Latina, la CEPAL ha puesto el énfasis en que las redes 5G son un buen aliado para el desarrollo inclusivo, ya que están introduciendo nuevos servicios móviles con altas velocidades competitivas, con servicios de acceso inalámbrico fijo que representan menores costos de despliegue de infraestructura.
Por esta razón, las redes móviles de quinta generación son una tecnología de acceso apropiada para reducir las brechas en zonas de media o baja densidad en las grandes urbes y en las ciudades pequeñas rurales y campesinas. 5G está siendo estratégico para universalizar el acceso a las tecnologías digitales, potenciar el desarrollo de mejores habilidades para incrementar su adopción; promover la innovación y la transformación digital del sector productivo, e impulsar la cooperación público-privada y la cooperación digital regional.
De ahí que el organismo multilateral esté llamando a los reguladores del sector en cada país a fortalecer sus atribuciones y generar las condiciones para agilizar el despliegue de redes móviles de quinta generación y las redes fijas de fibra óptica, además de avanzar en los procesos de asignación de espectro y convocatorias viables financieramente para los concursos de prestación de servicios comerciales de 5G.
Rodrigo Ramírez
Ex Subsecretario de Telecomunicaciones