El senador de Evópoli, Luciano Cruz-Coke, abordó la nueva realidad de Chile Vamos, donde Renovación Nacional quedó dolida tras perder la carrera por la presidencia del Senado por el acuerdo entre la UDI y su partido con los socialistas, llevando a Álvaro Elizalde a encabezar la Cámara Alta.
“Fue una negociación en la cual ellos solicitaron estar el primer año, y, a su vez, la coalición de Chile Vamos se quedaba con la presidencia de la comisión de Hacienda, donde se va a tramitar la reforma tributaria. En el pacto entrábamos prácticamente todas las fuerzas del Senado y eso generaba equilibrios que nos permiten tener un pacto de gobernabilidad”, dijo en entrevista con El Mercurio.
Sin embargo, “hubo un error por parte de RN”, agregó, “porque una vez que se hubo resuelto el acuerdo en términos generales, ellos siguieron insistiendo en que querían el primer año de la presidencia”.
Tras ello la derecha quedó fraccionada ante el Gobierno de Gabriel Boric. Pero para Cruz-Coke “la derecha ha sido siempre fraccionada”.
“La derecha es como el gásfiter, la llaman cuando se rompen las cañerías y empieza a salir el agua. Como es eminentemente pragmática, tiene poca capacidad de generar relato con sueños de futuro, y solo la llaman cuando la economía está en una mala situación o cuando en general hay que poner orden. Es algo propio de todas las derechas en el mundo”, aseveró al mismo medio.
Sobre el futuro de la derecha en Chile, el parlamentario optó por desdramatizar lo ocurrido.
“No ando matando coaliciones por la prensa, pero sí creo que se va a tener que producir un reordenamiento”, dijo el senador aseverando que tendrá que haber un proceso de reflexión para no quedarse “petrificados exclusivamente en una coalición” .
Por ello, apuntó a la Convención: “Todos nuestros esfuerzos deben estar concentrados en cómo nos alineamos respecto de tener una Constitución que consagre los principios de libertad, de responsabilidad individual, de separación de poderes, la democracia”.