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El comercio chileno, actividad clave en el acceso a bienes y servicios de los hogares, sigue desplegando todos los esfuerzos para mantener activas las cadenas de distribución y de pagos en medio de un escenario extremadamente complejo.

El 46% de las empresas del sector consultadas por la Cámara de Comercio de Santiago (CCS) ha sufrido daños directos, y la totalidad ha enfrentado costos por menores ventas. En algunos segmentos la situación es dramática, afectando su viabilidad económica y las fuentes laborales de sus trabajadores.

En los últimos días el pequeño comercio ha sufrido nuevas bajas: al 23 de octubre las Pymes del sector encuestadas por la CCS reportaban un 32% de sus locales cerrados, cifra que hacia fines de mes se elevó hasta un 37%.

De acuerdo a cifras de Transbank, la situación de las ventas del comercio minorista a partir del inicio de las movilizaciones es gravísima. Este hito marca un antes y un después para el sector: Hasta el 17 de octubre, las ventas realizadas con tarjetas bancarias aumentaron un 12% en el comercio de bienes, 26% en servicios y 6% en turismo y entretención (todas en 12 meses); posteriormente, entre el 18 y el 27 de octubre cayeron un 10% en bienes, 19% en servicios y 36% en turismo.

Esta evolución coincide con las estimaciones presentadas hace unos días por la CCS, anticipando una probable contracción de la actividad del sector en octubre. El fuerte crecimiento de las ventas online a comienzos de mes, de la mano del evento CyberMonday 2019, ayudará a mitigar lo que de otro modo hubiese sido una violenta caída para el retail.

Para noviembre, en tanto, el margen de incertidumbre se ha ampliado, debido a la dificultad para predecir la evolución y duración del movimiento social y de los grados de violencia que irán aparejados a éste. Se suma, además, la cancelación de las cumbres APEC y COP25, lo que asestará un golpe adicional al comercio y particularmente al turismo. Por lo bajo, se dejarán de percibir ingresos por US$ 20 millones, considerando la cantidad de personas que iban a movilizarse hacia el país.

En cuanto a la actividad general de la economía, el crecimiento proyectado originalmente para octubre se ha diluido casi por completo. De acuerdo a las estimaciones de la CCS, en estos momentos la proyección se encuentra prácticamente en cero.

La probabilidad de que esta situación se mantenga durante la primera quincena de noviembre es alta, por lo que la variación del Imacec en dicho mes no superaría el 1%, y se mantiene en observación con sesgo negativo. Con ello, el crecimiento del PIB 2019 arriesga a caer por debajo del 2%.

En el caso del año 2020, si bien resulta prematuro hacer proyecciones, es esperable que el daño actual sobre las decisiones de inversión afecte la capacidad productiva de la economía, imponiendo también un sesgo a la baja en todos los escenarios.

La CCS reiteró que en la actual situación, dentro de las prioridades críticas del sector se encuentra el abastecimiento seguro de la población, fundamentalmente de bienes básicos, la protección de las fuentes laborales y condiciones de trabajo de sus colaboradores y en general la normalización de las cadenas de distribución en el país.

 

Agencia UNO.

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