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La primavera lentamente se comienza a sentir, el sol eleva la temperatura y nos comenzamos a preparar para la temporada de piscinas, terrazas y actividades al aire libre.

Las recomendaciones de los expertos siempre incluyen el uso de bloqueador solar y la hidratación constante, sin embargo, hay consideraciones de seguridad que deberían estar presentes en todos los hogares, especialmente los que tienen niños dentro del núcleo familiar.

Uno de los accidentes comunes en temporada de Primavera – Verano es el choque contra los ventanales, que se produce de manera accidental, muchas veces por la distracción o el apuro de las personas. Este tipo de incidente puede resultar mortal, ya que el vidrio más común (o “crudo”) al quebrarse por impacto se fragmenta en trozos puntiagudos con bordes filosos, los que quedan como cuchillas que pueden rasgar e incluso atravesar la piel y otros tejidos.

Es por esto que elegir el tipo de vidrio que se necesita para cada espacio no es difícil, todo dependerá de la altura y su funcionalidad. A simple vista, podemos decir que toda estructura de cristal que esté en una puerta, ventanal de corredera, ventanal de piso a suelo y vidrios adyacentes deben estar protegidos con un vidrio laminado, lo que significa que en caso de rotura, los pedazos de vidrio quedarán adheridos y no significarán peligro para quienes están alrededor. El vidrio laminado es igual de frágil que un vidrio común, la diferencia está en que el quiebre es seguro. El vidrio que resiste 5 veces más es el templado, que también se considera un vidrio de seguridad.

Gonzalo Acevedo, Gerente Comercial de Vidrios Lirquen, asegura que “el llamado es a informarse y evaluar los riesgos que existen en casa. Una de las formas más fáciles es usar una moneda y golpear suavemente el vidrio. Si el sonido es cristalino, se trata de cristal crudo y según su ubicación, se debe evaluar el cambio a vidrios laminados. Si el ruido que emite es más grave y despacio, se trata de un vidrio de seguridad”.

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