SEBASTIAN BELTRAN GAETE/AGENCIAUNO
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La industria de la cosmetología lleva décadas en el mercado, años utilizando animales de laboratorio y cumpliendo un proceso de elaboración que acarrea emisiones de CO2 y otros tipos de contaminación desde el inicio de la producción hasta su distribución a nivel mundial.

En cuanto a los animales, los roedores son los que han sufrido debido a las pruebas de laboratorio previas al lanzamiento de productos, con la finalidad de verificar su funcionamiento y evaluar los posibles efectos secundarios. Sin embargo, estas pruebas no han contado con gran exactitud debido a las diferencias entre los organismos, lo que ha dado pie a buscar alternativas que favorezca a los consumidores y a los ratones, ratas, conejos y cobayos.

La creación de microchips que cumplan la función de “taster” significa una increíble disminución del uso animal en la industria. Con los “órganos de chip” se podría evaluar la reacción del tejido humano hacia químicos o condiciones ambientales, pues tienen la capacidad de imitar las funciones de ciertos órganos de nuestro cuerpo. Un cultivo de células vivas en estos chips considerados microfluídicos y que tienen el tamaño de un dispositivo USB común. Estas células son extraídas de órganos específicos, y cuando se bombean los compuestos a probar los chips actúan recreando la reacción el cuerpo a estos estímulos.

En Chile también ha sido tema importante la eliminación de estas pruebas. Las empresas Cadem, Humane Society International [HSI] y ONG Te Protejo desarrollaron a mediados de año 2018 la campaña #BeCrueltyFree cuyo objetivo final es la modificación del Código de Salud de Chile en donde se prohíban estas pruebas y se detenga la venta de los cosméticos en donde las han llevado a cabo, obteniendo resultados significativos en la encuesta: el 78% de los chilenos están en contra de las pruebas de cosméticos que requieren animales, y el 86% de los encuestados están de acuerdo con la prohibición de este tipo de pruebas en el país.

Esto puede significar el fin de las pruebas, sin embargo, toda la producción continúa representando un gran problema de contaminación. Afortunadamente son numerosas las empresas de cosméticos que se han comprometido a reducir su huella de carbono, la implementación de químicos tóxicos y eliminar las pruebas con animales, por ejemplo: Natura: utiliza aceites naturales, frutas y plantas; Seasons: sus productos son libres de tóxicos, elaborados con agua, plantas y algas marinas; Lush: además de elaborar su mercancía con materia prima naturales, sus empaques son reciclados.

Y otras marcas como Essentials de Artistry, Burt’s Bees, Weleda, L’Oréal Argentina, Avène, Klorane, Kiehl’s y Dior.

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