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Como es natural, los autos se van deteriorando con el pasar de los años perdiendo ciertas capacidades de su funcionamiento, lo que lleva a los conductores a gastar constantemente en repuestos y reparaciones.

Ahora bien la vida útil de un auto puede ser larguísima si se le dan los cuidados pertinentes al vehículo y se presta más atención a los hábitos que tenemos diariamente al usarlo. En este tema, muchas personas suelen estar desinformadas y por ello llegan a deteriorar el vehículo aún más rápido.

De hecho, algunos expertos han indicado que la calidad de los autos está directamente ligada con su desempeño en las calles. “Los autos que presentan fallas en su funcionamiento están más propensos a sufrir un accidente de tránsito que aquellos que reciben los cuidados necesarios y funcionan perfectamente”, señaló Juan José Santa Cruz, gerente general de EstoySeguro.cl.

Por estas y otras razones, es de gran importancia cuidar el vehículo de manera apropiada, lo que muchas veces implica contratar un seguro de auto, además de generar mejores hábitos de uso y cuidado diario.

Para partir, es necesario crear conciencia acerca de las cosas que hacemos mal cuando utilizamos o intentamos cuidar nuestro vehículo a diario. Algunos puntos a considerar:

– No darle importancia a lo que indica el tablero: Es normal que muchas veces no entendamos lo que quieren decir las luces que se encienden en el tablero, pero no por ello debemos darle menos importancia, por lo contrario, ahí es cuando debemos preocuparnos más y actuar. Cuando se enciende uno de los indicadores del tablero quiere decir que tu auto está tratando de decirte que algo le sucede y lo ideal es llegar al fondo del problema.

– Mover la dirección del auto cuando este no está en movimiento: Por lo general este es un acto inconsciente generado por la ansiedad, pero es muy perjudicial para el vehículo. Hacerlo puede deformar las gomas de los neumáticos y desgastar la correa de la dirección.

– No lavar el auto constantemente: Primero son días, luego semanas y hasta meses en los que ni siquiera pasas una esponja con agua por tu vehículo. Este acto en los conductores resulta más común de lo que quisiéramos y sin este cuidado, el vehículo, además de tener mal aspecto, puede llegar a tener daños irremediables en su pintura y latonería. Lo normal debe ser lavarlo una vez por semana como mínimo.

– Conducir sin precaución: Algunos conductores pueden ser muy agresivos al manejar, acelerando el vehículo constantemente y buscando rapidez innecesaria. Estos actos repercuten directamente en el motor, neumáticos y consumo de combustible del vehículo lo que puede traer malas consecuencias a largo plazo.

– Dejar caer tu peso sobre la palanca: Muchos conductores de manera inconsciente utilizan la palanca de apoyabrazos lo que perjudica el funcionamiento de los cambios y, por ende, del propio vehículo llegando a desgastarlo mucho más rápido.

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