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A casi un año del inicio de la pandemia en el mundo y con el comienzo de la reactivación del mercado laboral, son muchas las personas que han salido en busca de una nueva oportunidad de trabajo sorteando distintos procesos de selección. Sin embargo, según una encuesta realizada por Esteban Gómez Sotta, encargado del área de Desarrollo de Carrera de la Facultad de Economía y Empresas de la UDP, en conjunto con Laborum.com, se demostró que la confianza de postulantes hacia los procesos de reclutamiento y selección tiende a ser baja.

La encuesta, compuesta por 1.833 respuestas, fue ejecutada antes que iniciara el brote del COVID-19 en Chile. En ella los datos fueron analizados respecto a la cantidad de años estudiados, el tipo de institución en la que se desarrollaron (Institutos Profesionales, Centros de Formación Técnica y Universidades) y la edad. Además, se diferenció por casa de estudio del encuestado, si el postulante cuenta con postgrados y si es extranjero con estudios en Chile o con estudios internacionales, entre otras variables.

Del total de los encuestados, el 52,2% cree que el personal encargado de los procesos de reclutamiento y selección laboral no está del todo capacitado para evaluar con precisión las competencias necesarias para un puesto de trabajo. Por otro lado, 58,3% de las respuestas señalan que los procesos de selección no son del todo transparentes y que los perfiles que se buscan para un cargo no son descritos con claridad.

“Es muy importante reconocer, analizar y revisar continuamente cómo se realizan los procesos de reclutamiento y selección en nuestro país, entendiendo que la profesión va más allá de reconocer preparaciones técnicas que dan garantía de los conocimientos en cada área profesional dentro del mercado laboral”, indicó Esteban Gómez Sotta.

Otro dato importante es que el 57,7% de las respuestas indican que creen que los expertos del proceso de reclutamiento y selección no consideran exclusivamente las competencias y experiencias profesionales del postulante. Así mismo, se observa que un 58% de las respuestas advierten que no toman en cuenta exclusivamente al mérito del postulante al momento de tomar su decisión, considerando otras variables como la etnia, la orientación sexual, la clase social, la religión, el género o el estado civil del postulante.

“Desde Laborum queremos hacer un llamado y recomendar a las compañías que entreguen más información al momento de publicar un aviso, por ejemplo, salario, especificación de la empresa y rubro a trabajar, así como también realizar un seguimiento y entregar respuesta a los postulantes en caso de quedar o no seleccionado”, cuenta María Jesús García-Huidobro, gerente de marketing de Laborum.com.

Del análisis se pudo identificar que mientras más confianza tiene un postulante en su institución educacional en la que se formó, más confianza tiene de los procesos de reclutamiento y selección. Sin embargo, otro hallazgo vincula la confianza en los procesos con la cantidad de años de estudio y el tipo de educación terciaria desarrollados por los postulantes, ya que mientras más años de estudio tenga un postulante, menos confianza perciben sobre la instancia de reclutamiento. Lo mismo aplica en la dirección inversa: mientras menos años de estudio tenga un postulante, más confianza tiene en los procesos de reclutamiento.

Falencia en los métodos de selección laboral

El estudio muestra cómo una creciente competencia en los programas de educación terciaria ha generado dentro del mercado laboral una simplificación de repertorios requeridos de habilidades de los postulantes, donde la búsqueda de atributos y capacidades evidentes se replican entre cientos de publicaciones laborales independiente de los rubros o los objetivos de las organizaciones. Por lo tanto, al no existir atributos o características especiales que sean medibles y en condiciones económicas difíciles como las actuales, la confianza y la capacidad de recuperación asociadas a la empleabilidad percibida se vuelven particularmente relevantes.

“Los procesos de reclutamiento y selección ya no pueden ser vistos como una función reactiva y meramente administrativa: los candidatos a un puesto de trabajo hoy en día necesitan ser abordados cuidadosamente, deben ser identificados y dirigidos en un entorno de competencia por el talento donde la percepción de la confianza en la empleabilidad y sus procesos no estén influidas por ideas preconcebidas que se tienen antes del encuentro a los propios procedimientos de reclutamiento y selección”, aconseja el experto de la Universidad Diego Portales.

Desde Laborum.com, creen que la mejora en los procesos de reclutamiento traerá a futuro un mejor desarrollo en el país y la economía, y por lo mismo se debe prestar atención a estos nuevos escenarios. “Resulta necesario concertar procesos menos informales, esquivar las incongruencias entre las tareas descritas en el aviso laboral versus la ejecución de estas, ser cautos con los perfiles recomendados que evaden etapas de análisis, y medir competencias con el rigor científico que estas requieren. Esto permite que impulsemos el mercado laboral con los mejores profesionales disponibles”, finaliza María Jesús García-Huidobro.

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