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El veterano Joe Biden, un exvicepresidente cuya vida ha estado marcada por la tragedia, decidió lanzarse para conquistar su viejo anhelo de ser presidente de Estados Unidos, una apuesta que puede ser lastrada por polémicas recientes sobre sus gestos inapropiados con mujeres y otras antiguas querellas.

Como estaba previsto, Biden oficializó el jueves su candidatura a la Casa Blanca, en nombre de los “valores fundamentales” de Estados Unidos.

Vicepresidente del gobierno de Barack Obama y actualmente a la cabeza de las encuestas, Biden se tomó su tiempo antes de decidir si se lanzaba, mientras un nutrido grupo de candidatos se conformaba para competir por la nominación de los demócratas para las presidenciales de 2020.

Con un talante franco y una sonrisa amplia, para muchos Biden tiene el gusto tranquilizador de los tiempos en que Estados Unidos vivía en la era de “la esperanza” cuando el país eligió en 2008 al primer presidente negro, en contraste con la división actual con el gobierno del republicano Donald Trump.

Pero tras una larga y fecunda carrera política, a sus 76 años, fue el propio Biden que reconoció que su edad generaba preguntas “legítimas”.

Desde entonces, varias controversias han reforzado una idea de que podría ser un político del pasado.

Varias mujeres lo han acusado de haber tenido gestos inapropiados en actos públicos. Biden reconoció que es asiduo al contacto físico pero afirmó que entendía que los tiempos habían cambiado las normas sociales, sobre todo después del nacimiento del movimiento contra el acoso #MeToo.

Por eso prometió que prestaría más atención, pero nunca se disculpó y rápidamente hizo bromas sobre la cuestión, un gesto interpretado por muchos como un signo de una desconexión con la gente característica de otra época.

© Agence France-Presse

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