Francia - Macron
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El presidente de Francia, Emmanuel Macron, defendió este miércoles con vehemencia la reforma de las pensiones que sacó a miles de personas a las calles de todo el país y derivó en mociones de censura contra su Gobierno, subrayando que se trata de una ley “necesaria” y que, al aplicarla, previsiblemente este mismo año, piensa en el “interés general del país”.

Macron rompió este miércoles el silencio mantenido desde que el pasado viernes su Gobierno forzó la aprobación parlamentaria de una polémica reforma, a costa de que el lunes se votasen dos mociones de censura que obtuvieron un apoyo sin precedentes en la actual legislatura por parte de la oposición.

El texto plantea elevar de 62 a 64 años la edad de jubilación y amplía el periodo mínimo de cotización. Macron explicó en una entrevista a TF1 y France 2 que no hizo estos cambios por “placer”, sino para garantizar la supervivencia del sistema de pensiones: “Habría preferido no hacerla”.

El presidente, que esperará a la evaluación de la ley por parte del Consejo Constitucional para promulgarla, expresó que, cuando se incorporó al mercado laboral, Francia tenía apenas diez millones de pensionistas y, para la década de 2030, “habrá 20 millones”.

Macron defendió otras medidas económicas adoptadas desde su llegada al Elíseo -por ejemplo, la subida del salario mínimo- y cuestionó el papel de la oposición política, a la que acusó de ocultar dentro de sus propuestas una “fórmula mágica” que sería el déficit y que implicaría hipotecar a futuras generaciones a costa de no emprender cambios en la actualidad.

En contraposición, planteó una “contribución excepcional” a partir de los beneficios extraordinarios de las empresas, de tal manera que las grandes compañías pasen de “recomprar sus propias acciones” gracias a sus ganancias a “repartir más a sus empleados”.

Protestas en Francia

El mandatario admitió que toda esta polémica le puede pasar factura en los sondeos y que, en la calle, hay un “enfado legítimo”. Sobre el papel de los sindicatos, que este jueves convocaron nuevos paros para dejar claro su disconformidad con la reforma, Macron ha lamentado que no hayan estado dispuestos a negociar algún tipo de medida de compromiso.

Asimismo, y aunque reconoció el derecho de los sindicatos a movilizarse, tambiéndejó claro que “no tolerará ningún exceso”.

De esta manera, criticó los incidentes violentos registrados en las protestas de las últimas noches, especialmente en París, y reclamó que los bloqueos no impidan llevar a cabo “una vida lo más normal posible”.

“No podemos aceptar ni los facciosos ni las facciones”, sentenció en relación a las concentraciones espontáneas.

No hay “alternativa” política

Sobre el futuro del actual gabinete, encabezado por la primera ministra Elisabeth Borne, Macron no deslizó cambio alguno en materia de nombres o medidas. De hecho, subrayó que Borne asumió en primera persona la responsabilidad parlamentaria que supuso sacar adelante una propuesta que, como recordó, sí salvó con una mayoría el trámite en el Senado.

“Ya lo dijo (Borne) en el Parlamento. Si hay una mayoría alternativa, que se expresa. El lunes, quedó claro que no había mayoría alternativa”, añadió Macron.

El martes, el presidente ya había dejado claro en una reunión en el Elíseo con los partidos que sustentan el Gobierno que no habría cambios en el gabinete ni tampoco una potencial disolución de la Asamblea Nacional o un referéndum para pulsar la opinión ciudadana.

Agencia Uno – Europa Press.

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