En entrevista en “¡Llegó la hora!” de Radio Agricultura, Axel Kaiser, abogado y presidente de la fundación Para el Progreso, reveló sus motivaciones y preocupaciones para escribir su nuevo libro “El economista Callejero”, ya que aseguró que “existe un deseo de conocer aspectos económicos fundamentales para culturizarse”.
En la entrevista se refirió a la necesidad de la educación económica en la sociedad, porque “ni siquiera las personas que están en las concesiones de máxima influencia pública entienden lo básico de economía (…) Nuestra clase política, salvo excepciones, es para llorar. Líderes de opinión, filósofos políticos, teóricos o críticos culturales son un desastre, por eso es tan fácil comprarse cuentos románticos”.
En su libro sugiere que “la política no conoce limites e intenta satisfacer los instintos populares y la gente se monta en este populismo, que lo que busca es cosechar la aprobación del publico”.
Para Kaiser, los puntos que se necesitan fijar en el debate son principalmente que “el empresario es un benefactor social”. Según sus palabras, “en Chile no queremos entender que los empresarios son responsables de que tengamos calidad de vida y los mínimos estándares para tener una existencia digna. Ellos crean todo lo que tenemos, desde la comidas hasta desodorantes, casas, medios de transporte”.
Dentro de la misma línea, habló sobre la distinción entre las pequeñas, medianas y grandes empresas. “No podemos hacer la distinción de que los grandes son malos, los pequeños buenos, esta típica cuestión que esta insertada en la matriz cultural, donde si tienes éxito y pasas a estar en un rango superior a otro lo tenemos que odiar”, dijo.
“No puedes crear un sistema que produce progreso para todos hasta los más pobres, castigando a los más exitosos. Esta costumbre de odiar al que le va bien, es incompatible con una sociedad de quiere pretende avanzar y ser moderna”, añadió.
Convención Constitucional
El experto confesó que para él “haber sacrificado a la Constitución fue un acto de suprema estupidez” ya que el camino que esta tomando la Convención Constitucional “está dejando en juego la democracia, todo el sistema económico y el poder judicial”.
“La máxima expresión de analfabetismo en materia económica se ve en la Convención Constitucional“, dijo, agregando que “quieren refundar el país desde cero con ideas delirantes (…) un conjunto de personas no calificadas para crear la constitución, ignorantes, charlatanes, demagogos y totalitarios, la centro izquierda que se caracteriza por su cobardía e ingenuidad que raya la estupidez”.
“Estamos impregnados de utopías”, comentó. En cuanto a quienes abrieron las puertas a la redacción de la nueva Carta Magna, declaró que “los que no fueron cobardes fueron ingenuos y los que no fueron ingenuos son ineptos”.
Para finalizar, argumentó que la Constitución de 1980 evitaba que los barbaros estuvieran presente en la autoridad, pero ahora “los bárbaros están dentro de la ciudad y la pregunta es ¿Los vamos a expulsar o no? porque si no el desastre va a ser completo”, concluyó.