"Maternidad criticada", columna de opinión de "Siempre por la Vida".
Pixabay - Referencial.

La maternidad, vista como trabajo, es un campo vasto y desafiante, que va más allá de las labores cotidianas de cuidado y crianza. Implica una carga emocional y psicológica considerable, así como una inversión de tiempo y recursos significativa. Sin embargo, a pesar de la importancia y la complejidad de esta labor, las madres frecuentemente enfrentan críticas y juicios injustos que no dan el valor ni apoyo necesario que requieren -y merecen- para llevar a cabo su labor.

Desde el inicio del embarazo, las mujeres se encuentran en un terreno minado de expectativas sociales y opiniones ajenas. En lugar de recibir el apoyo y la celebración que merecen por traer una nueva vida al mundo, son bombardeadas con interrogantes que cuestionan su capacidad para equilibrar la maternidad con sus aspiraciones profesionales, su estabilidad financiera y su bienestar personal. Esto se agrava aún más cuando surgen circunstancias difíciles, como complicaciones de salud durante el embarazo o limitaciones económicas, donde en lugar de recibir apoyo y admiración, se enfrentan a juicios y críticas injustificadas.

Además, la proliferación de información contradictoria en internet sobre la crianza de los hijos también añade una capa adicional de estrés y ansiedad a las madres. Desde debates sobre la alimentación infantil hasta métodos de disciplina, las madres se encuentran navegando por un mar de consejos y opiniones, muchos de los cuales están en desacuerdo entre sí. Esta sobreabundancia de información puede dejar a las madres sintiéndose abrumadas y dudando de sus propias habilidades parentales.

Además, la capacidad de las mujeres para expresar sus dificultades y buscar apoyo se ve obstaculizada por una cultura que a menudo las culpa por cualquier desafío que enfrenten. Se espera que las madres sean supermujeres, capaces de manejar todas las responsabilidades sin quejarse, y cualquier muestra de vulnerabilidad se interpreta como debilidad o falta de responsabilidad. Esto se ve exacerbado por la percepción de que la maternidad es una elección voluntaria, sobre todo por el auge de la “libertad sin límites” que permite el aborto, lo que lleva a la culpabilización de las madres por las dificultades que enfrentan, en lugar de ofrecerles el apoyo y la comprensión que necesitan. ¿Es esto un avance civilizatorio?

Además, en las redes sociales se experimenta el fenómeno de mujeres posteando su crianza y cientos, sino miles, de otras personas comentando críticas a cada una de las decisiones que tome con respecto a sus propios hijos.

Considerando lo anterior, surge la pregunta sobre qué acciones podríamos emprender para brindar apoyo. Un excelente ejemplo es el enfoque adoptado por Hungría, que ha implementado un plan gubernamental pro familia y pro maternidad. Este país se compromete, por ejemplo, a eximir de por vida del impuesto sobre la renta a las mujeres que tengan cuatro o más hijos. ¿Sería factible que un país como el nuestro optara por este tipo de políticas públicas? Si verdaderamente estuviéramos enfocados en promover políticas que beneficien a las mujeres, podríamos aspirar a algo similar.

En Chile, la tasa de natalidad actual es preocupante, situándose en 1,3 hijos por mujer en edad fértil, según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Las políticas pro familia de Hungría han demostrado ser sumamente exitosas en este sentido. De acuerdo con el Banco Mundial, han logrado revertir la tendencia decreciente de la tasa de natalidad, aumentando de 1,2 hijos en 2011 a 1,6 en 2021.

En este contexto, es fundamental reconocer el sacrificio y el amor desinteresado que las madres entregan día tras día. No existe una fórmula mágica para la crianza perfecta, pero es innegable que muchas madres hacen todo lo posible por sus hijos.

Recientemente, fue el Día de la Madre y, tras haberlas celebrado, es importante reflexionar sobre cómo podemos apoyarlas en su labor diaria, muchas veces ignorada o menospreciada, y cómo podemos contribuir a la construcción de una sociedad más solidaria y compasiva en conjunto.

Columna escrita por Josefina Munita, presidente de Siempre por la Vida.

"Maternidad criticada", columna de opinión de "Siempre por la Vida".
“Maternidad criticada”, columna de opinión de “Siempre por la Vida”. – Pixabay – Referencial.

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