Murtaza Ahmadi es un niño afgano que el 2016 se hizo conocido cuando una fotografía suya se hizo viral en redes sociales. En la imagen aparecía luciendo la camiseta de la Selección Argentina con el número 10 y el nombre de Lionel Messi en la espalda, fabricada con una bolsa de plástico.
Hoy, cinco años más tarde, el niño se encuentra oculto en Afganistán junto a su familia. Murtaza llegó a la capital afgana hace dos meses desde su aldea natal huyendo del avance de los talibanes. La caída de Kabul mantiene al joven escondido en la ciudad.
“Estoy atrapado en casa y no puedo salir porque tengo mucho miedo a los talibanes”, dijo en conversación con EFE. El niño, al igual que su familia, pertenecen a la rama chiita, quienes reciben constantes amenazas y ataques por parte de los yihadistas. “Quiero viajar a un lugar seguro desde Afganistán. Por favor, sálvenme de esta situación”, rogó.
Historia junto a Messi
Su imagen con la camiseta de Messi dio la vuelta al mundo. En diciembre de 2016, once meses después de que su fotografía se hiciera viral, el pequeño fanático cumplió su sueño y conoció al astro argentino. Murtaza fue invitado por los organizadores del Mundial de Qatar 2022 al duelo entre el Barcelona y el Al Ahli en Doha.
Según relató su padre tiempo después, el futbolista le envió dos obsequios a Murtaza. “Cuando vi las cajas pensé que tal vez alguna tenía juguetes para él y la otra tal vez contenga dólares. Cuando las abrimos había solo una pelota y una camiseta”, dijo en aquel entonces.
Sin embargo, su encuentro con Messi trajo más complicaciones que alegrías. Desde que se conoció su historia, ha convivido con amenazas de grupos extremistas debido al rumor de que el trasandino les hizo una gran donación. Por ello, sus padres lo mantuvieron encerrado durante dos años por miedo a un posible secuestro.
Murtaza y su familia aclaman por ayuda, especialmente de Lionel Messi, para salir del país. El pequeño solo quiere salir del país y “jugar al fútbol en paz”.