Gerard Piqué sabe que le quedan pocos años en el fútbol. Por ello, el defensor del Barcelona continúa trabajando en una serie de inversiones que, hasta el momento, le han traído grandes ganancias.
Su último gran negocio se llevó a cabo el año pasado. A fines del 2020, el zaguero arribó al consejo de administración de Sorare, plataforma donde los usuarios tienen la opción de buscar, intercambiar y coleccionar cromos.
Piqué aportó un capital de tres millones de euros junto al fondo Cassius Family. Además, el catalán convenció a su entonces compañero de equipo, Antoine Griezmann. El francés se animó y gracias a su inversión recaudó 40 millones de euros.
Cuando el defensor invirtió en Sorare, la empresa era, para muchos, desconocida. En aquel entonces contaba con 55.000 usuarios. Sin embargo, desde el desembarco de Piqué, el precio de los cromos se disparó. Incluso, se han llegado a pagar 50.000 euros por una tarjeta de Mbappé.
Además, recientemente la compañía incluyó al segundo hombre más rico de Japón, Masayoshi Son, cuyo aporte será de 580 millones de euros.
Con ello, la empresa por la que apostó Gerard Piqué cuando para muchos era desconocida, hoy tiene un valor de 3.600 millones de euros. Una alegría financiera para el defensor que no lo pasa bien con el Barcelona, donde debió bajarse el sueldo debido a la delicada situación de la escuadra culé.