Esta semana se cumplen cinco semanas de un hecho que marcó un antes y un después en la vida y carrera de Christian Eriksen. El pasado 12 de junio, en el duelo entre Dinamarca y Finlandia por la Eurocopa, el volante danés sufrió un paro cardiaco en pleno campo de juego.
A raíz de esta situación, el jugador del Inter de Milán se mantiene sin jugar fútbol. Según La Gazzetta dello Sport, en diciembre el jugador se someterá a una serie de exámenes para determinar si puede volver a jugar fútbol de manera profesional. Esto, a raíz de la determinación de las autoridades italianas, quienes no permiten que un futbolista se desempeñe profesionalmente con un desfibrilador conectado al cuerpo, como el caso de Eriksen.
El objetivo de los exámenes es definir si está en condiciones de volver a la actividad sin el desfibrilador que le implantaron tras el paro cardiaco. Si el resultado de los estudios es positivo, Eriksen podría sumarse en enero próximo al plantel del Inter. En caso de que no puedan quitar el desfibrilador, el cuadro italiano dejaría en libertad de acción al futbolista cuyo contrato termina en junio de 2024.
Si los resultados no son los esperados, Eriksen baraja la opción de volver a Ajax, club donde estuvo entre 2010 y 2013, y ganó cinco títulos. ¿La razón? En la Eredivisie neerlandesa sí permiten que un futbolista pueda jugar con marcapasos como el que tiene el danés.