Sebastian Alvarez
Juan Luis De Heeckeren
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Sebastián Álvarez, la Ardilla como le apodan, no deja de sorprender con su talento y el riesgo que corre recurrentemente en sus saltos. Pero el de esta vez impactó a todo el mundo. Y es que el chileno tomó un importante desafío, un salto increíble en wingsuit al interior del cráter del Volcán Villarrica. 

Sí, tal como se lee. El Ardilla no escatimó en riesgos y lideró este desafío. Para lograrlo, obviamente, involucró una preparación de meses con el estudio del volcán y una repetición de saltos con la técnica “flare” del wingsuit flying (quiebre de planeo” en español), la que consiste en utilizar durante un vuelo la energía vertical de descenso para generar energía horizontal, y finalmente, energía vertical nuevamente.

“Para una persona que no sabe de traje de alas, básicamente lo que ha hecho Seba es volar con su propio cuerpo, entrar a un cráter activo y salir de ahí volando, simplemente con su cuerpo, sin motor, con solo un poco de tela”, comentó Dani Romero, atleta y quien grabó el vuelo.

Tal como se señaló anteriormente, este salto significó una preparación especial, ya que la Ardilla Álvarez tuvo que estudiar el diámetro del volcán, las condiciones climáticas, el humo que sale del cráter y el factor impredecible de la erupción que es el más importante.

“El volcán en mapuche se llama Ruka Pillán, es decir, la casa del diablo. Yo sentía que estaba entrando al infierno, pero a la vez quería salir de él”, confesó Sebastián Álvarez. Además, recuerda que “La sensación de entrar a la casa del diablo es de las cosas más peligrosas, raras y aterradoras que he vivido. Tuve que conversar antes con el volcán para poder hacerlo, ya que el volcán hace lo que quiere y si yo me equivoco, me quedo adentro, en el infierno”.

En total, la preparación para este épico salto duró un año, donde la Ardilla ejecutó más de 500 saltos.

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