Este jueves se promulgó la Ley de Ingreso Familiar de Emergencia, cuyo objetivo es beneficiar económicamente a los hogares con ingresos informales más afectados por las crisis sanitaria y económica provocada por la emergencia del Covid-19.
El beneficio se empezará a pagar desde el 29 de mayo para todos aquellos que ya reciben de forma automática el pago, tal como ya ha pasado como con el Bono Covid-19. Para quienes no reciben la ayuda económica del Estado de esta forma, o no estaban considerados en un principio, desde el 20 de mayo habrá una página web para que indiquen cómo prefiere la modalidad de pago.
La iniciativa es para aquellos que “pertenezcan al 60% más vulnerable en los meses de emergencia, no sean parte de los 10% de mayores ingresos en el mediano plazo, y no tengan ingresos formales por remuneraciones percibidas a causa, por ejemplo, de un contrato de trabajo, pensando en que ellos podrían acogerse a otras medidas que se están impulsando para proteger los ingresos en medio de la pandemia”.
También para hogares que tienen al menos un adulto mayor de 70 años o más con Pensión Básica Solidaria (PBS) y que pertenecen al 80% más vulnerable del país según la Calificación Socioeconómica del Registro Social de Hogares.
El ingreso de emergencia se pagará durante tres meses de forma decreciente, y depende de la cantidad de integrantes que tiene la familia.
Por ejemplo, un hogar integrado por una persona recibirá $65.000, luego $55.250 el segundo mes y $45.500 el tercer. En tanto, una familia compuesta por cuatro personas recibirá: $260.000, $221.000 y después $182.000