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Canal Comunicaciones
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Es importante entender que tener un endeudamiento responsable es algo necesario para gran parte del país y no tiene nada de negativo, el problema es el sobreendeudamiento. En el último trimestre de 2020, el valor de la mora promedio de los chilenos alcanzó los casi $2 mm, lo que representa un 3,4% mayor al valor de diciembre del año pasado.

Pero antes de elegir qué financiamiento nos conviene, debemos jerarquizar las necesidades y luego priorizarlas, para de esa forma elaborar un presupuesto realista y evaluar si se cuenta con el dinero necesario para costear las cuotas de un nuevo crédito. “Es recomendable que el total de cuotas que se pague mensualmente (considerando todos los préstamos), no supere el 15% del sueldo. Esto ayuda a asegurar cierta capacidad de pago y a no terminar bajo la rueda cuando se falla a una o dos cuotas por imprevistos”, asegura Augusto Ruiz-Tagle, co-fundador de Destacame.cl, plataforma de inclusión financiera. Ahora, ¿qué opciones tengo disponibles?

1. Crédito de consumo:
Este es un préstamo de dinero que determinadas instituciones financieras otorgan con el compromiso de que en el futuro se devolverá en forma gradual, a través de cuotas, con un interés adicional e incluyendo los costos incurridos para llevar a cabo la operación (Sernac).

Suele pedirse para obtener productos que no son viables de conseguir con ahorros propios o con efectivo. En ciertas situaciones, las personas recurren a él cuando se encuentran en aprietos financieros y necesitan cubrir sus deudas. Se debe atravesar una evaluación exhaustiva de la persona, tomando en cuenta requerimientos como su situación laboral, ingresos y morosidades vigentes. A pesar de que el proceso es más complejo, es más conveniente.

2. Avance en efectivo:
El avance en efectivo se refiere al retiro de dinero con cargo a la tarjeta de crédito, operación por la que se cobran intereses diarios, desde el día de la transacción hasta la fecha en que se efectúe su pago (SBIF).

Acceder a un avance puede parecer más fácil, pero implica un mayor pago de intereses, porque cuenta con menos requisitos de acceso en comparación a un crédito de consumo. Uno de los problemas es el no poder cumplir con el pago total de la cuota y sólo cubrir el pago mínimo, lo que podría significar desembolsar más dinero. No disminuye capital, pero suma intereses.

3. Tarjeta de crédito:
Otra opción que podría ser beneficiosa para tu bolsillo es la tarjeta de crédito, especialmente si tu entidad bancaria te ofrece cuotas sin interés. Aunque debe tener en cuenta que mes a mes, además de la cuota, debe costear el gasto asociado al uso o administración del plástico, que varía dependiendo de la entidad que la otorgó.

4. Línea de crédito:
Hay que entender que la línea de crédito no es parte de tu salario y se debe pensar como “plata prestada” que debes devolver. La línea de crédito es mejor evitarla y solo utilizarla como emergencia y si se utiliza de manera recurrente es un indicativo de que debemos revisar cómo estamos gastando nuestro dinero mes a mes para evitar sobreendeudarnos.

Comunicado de prensa

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