Comparte

Al reclutar mano de obra, agricultores se enfrentan a las consecuencias de una escasa oferta. Los trabajadores, incluídos extranjeros, se movilizan en busca del mejor pago.

obra agrícolaLa disponibilidad de mano de obra en el campo maulino ha sido históricamente un factor que juega contra el desarrollo productivo. En época agrícola, diversos cultivos florecen y se cosechan a la par, sin embargo resulta escasa la concurrencia de temporeros.

Ante esta realidad, expertos agrícolas como Fernando Medina, presidente de la Agrícola Central de Talca, señalan que la limitada mano de obra empuja a que se forme una competencia de pagos en el campo; el monto mayor se queda con el grupo de temporeros disponible y atiende su siembra.

El trabajador migrante, no solo de otras regiones de Chile, sino también de otras nacionalidades, es quien equipara esta ausencia de mano de obra para la temporada. En opinión de Medina, un agregado que alivia el complicado panorama.

Ante esta eventualidad, el agricultor indica que en su campo trabajan seis haitianos en igualdad de condiciones. Imaginó que podrían presentarse problemas con los lugareños, pero la adaptación de ambas partes ha sido exitosa.
Al consultarle si se plantea que la participación migrante se pueda incrementar, recordó que según el Código de Trabajo la proporcionalidad se limita al 25% del total de empleados. Además, la tecnología se integra paulatinamente a algunos sistemas agrícolas, lo que disminuye dicha demanda.

A la par, aumentan cultivos que exigen extrema mano de obra, como cerezas y arándanos frescos para exportación, por lo cual el panorama es incierto.

Acuerdos

Medina explica que, dada la limitada oferta, los agricultores pagan montos mayores al salario mínimo y ofertan paquetes atractivos a lugareños e inmigrantes.

No obstante, ocurre que estos grupos, en numerosas ocasiones, están comandados por una persona (casi siempre el que conduce el furgón que los traslada al campo), quien negocia las faenas y dispone si trabajan o no en el lugar. Aun cuando exista contrato hecho, impulsa para que se movilicen a siembras con mejores perspectivas económicas. Esto los obliga a hacer cada vez mejores ofertas.

Al respecto, fue consultada la seremi del Trabajo, Elia Piedras, quien manifestó que, tanto empleador como empleado tienen deberes y derechos, y si este último incumple acuerdos previamente establecidos, es sujeto a ser calificado de despido.

Sobre las condiciones de trabajo de los temporeros, indicó que esto incluye la normativa básica, como escrituración de contrato, entrega de implementos de seguridad, pago de cotizaciones y cancelación del salario mínimo como piso.
Expresó que, si bien no existe cifra de trabajadores del sector agrícola, se estima que en esta época aumente el número, en especial de migrantes hacia la región, a fin de desarrollar las labores.

Ante la consulta de si la mano de obra extrajera limita la oferta de trabajo para los chilenos, manifestó que “en la realidad no es así”, ya que se trata de plazas que no le son apetecibles a los locales.

En opinión de Piedras, el país necesita más inmigrantes, a fin de atender estos trabajos.

Instó a formular la respectiva denuncia en los órganos correspondientes, de encontrarse ante cualquier situación irregular de trabajo.

Fuente: Diario El Centro

Últimas Noticias