Agencia Uno
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La noticia de que los Backstreet Boys regresarían al Festival de Viña del Mar este año causó gran revuelo y las entradas para disfrutar de los noventeros se vendieron en tan solo en un par de horas, pues sus precios para el evento partían en los 30 mil pesos.

Pero al poco tiempo, a través de las redes sociales comenzaron a aparecer “revendedores” de entradas que inflaron lo precio hasta casi lo absurdo; por ejemplo, la entrada de galería que costaba 30 mil , en el mercado informal se podía encontrar por 100 mil, o más.

La falta de una normativa que prohiba estas prácticas para poner límites a los precios es lo que ha encendido una polémica, pues se ha generado todo un lucrativo negocio en torno a los tickets.

Es por eso que la alcaldesa de Viña del Mar, Virginia Reginato, se pronunció al abusivo tema que, por ejemplo, el ticket que costó 230 mil pesos, comenzó a venderse a 900 mil.

“He informado a los canales organizadores del Festival de Viña del Mar la situación de la reventa de entradas. He pedido que se tomen las medidas dentro de la normativa vigente. Los fans no pueden ser víctimas de especuladores”, aseguró la edil a través de su cuenta de Twitter.

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