El pasado martes se formalizó a dos ciudadanos ecuatorianos por la pasada filtración de fotografías íntimas que sufrió Karen Bejarano en febrero del 2017.
Recordemos que su esposo, Juan Pedro Verdier, sufrió el hackeo al servidor de su empresa, lo cual permitió el robo de dinero y de las imágenes. Luego vino una extorsión por parte de los sujetos para evitar la publicación de las comprometedoras fotografías.
La pareja no accedió a realizar el pago de esto, por lo que los criminales terminaron compartiendo las imágenes en las redes, desatando así un huracán en la vida de Karen Bejarano y Juan Pedro Verdier.
Bajo este contexto la expanelista de “Muy Buenos Días” compartió una extensa reflexión sobre lo que significó este episodio.
“Tantos hablaron mal de nosotros, dijeron cosas hirientes, hicieron chistes macabros. Gente que conocíamos de años, se tomaron el tiempo de aparecer en pantalla dando declaraciones sin siquiera llamarnos antes para conocer la verdad, dejándonos como culpables cuando siempre fuimos las víctimas“, partió comentando.
También detalló el difícil episodio que enfrentó su esposo, quien debió internarse en una clínica psiquiátrica debido al trauma que le generó la situación.
Bejarano realizó un llamado a las autoridades, para aumentar las condenas por estos delitos informáticos, asegurando que “las leyes están a años luz de todos los crímenes que se cometen día a día y no hay leyes que les impidan hacer el daño que causan”.
Finalmente apeló a otras jóvenes que pueden pasar por situaciones similares. ““Levanto la voz por todas esas mujeres, jóvenes y adolescentes que me escribieron o me pararon en la calle para contarme que les habían hecho lo mismo, que fueron o están siendo vulneradas en su privacidad y son expuestas por exparejas, exmaridos o gente loca que se siente con el derecho de violar nuestra intimidad por venganza. A todas ellas les digo: ¡Seremos escuchadas!“, sentenció.
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