El periodista Roberto Cox se tuvo que refugiar en el restaurante Las Lanzas en Ñuñoa, luego de que un grupo de manifestantes lo fueran a encarar por trabajo.
Según relató el rostro de CHV, él llegó a Plaza Ñuñoa para hacer un despacho de los cacerolazos. “Hicimos un móvil donde todo se desarrolló con calma, entrevistando a la gente, fue pacífico. Minutos después hicimos otro y de repente llegaron dos personas a acusarnos de que mentimos, que escondemos información“, dijo, según consignó La Cuarta.
“Además, el que ahora yo esté de conductor de noticias en CHV fue como una agravante. De dos pasaron a 20 personas, quienes a empujones e insultos nos sacaron del lugar”, contó. “Cuando el tema se estaba poniendo más violento y vi que podía pasar a mayores, con el camarógrafo decidimos entrar al local Las Lanzas”.
De acuerdo a Cox, se quedaron media hora adentro del recinto y lo hicieron sin escoltas. “La sacamos barata porque nos metimos en el restaurante y nos quedamos ahí completamente indefensos. Leí por ahí que nos habían hecho una funa, pero lo que nos pasó fue una agresión. Para mí una funa se le hace a los que evaden impuestos, a los delincuentes”, finalizó.