Ramon Monroy/Aton Chile
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En el contexto del cambio de mando de nuestro país, el Presidente boliviano Evo Morales llegó a Chile. Se fue rápidamente y se ausentó del almuerzo de camaradería que ofreció Sebastián Piñera, junto a otras autoridades Latinoamericanas en Viña del Mar.

Sin embargo, al llegar al aeropuerto Arturo Merino Benítez, dio una extensa declaración en la que se refirió a la demanda marítima en la Corte Internacional de la Haya, producto de las diferencias que ha tenido anteriormente con el actual presidente de Chile, Sebastián Piñera.

“En nombre del pueblo boliviano, traigo un mensaje de fraternidad e integración, vengo para hablares de la impostergable necesidad de reencontrarnos”, dijo Morales leyendo un documento que preparó con anticipación. “Vengo a a extenderles la mano de la fraternidad, podemos vencer nuestras diferencias, escribamos juntos con coraje y valentía la página más significativa de la historia“, añadió.

Según dijo, Presidente de Bolivia  lo único que quiere es encontrar una solución al encierro de su país, expresando que la única respuesta es la salida soberana al mar y confesó que en ningún caso quiere convertirse en un pueblo enemigo para Chile.

“Por más de un siglo Chile a reconocido la necesidad de encontrar una solución a la situación de enclaustramiento de Bolivia, y nosotros le damos la más alta importancia son las negociaciones sobre un acceso soberano al mar. Estamos convencidos que un acceso de esa naturaleza será un gran avance para todos nuestros pueblos, los mares y océanos son patrimonio del Estado”, aseguró el jefe de Estado boliviano.

Luego de leído su texto, el mandatario respondió preguntas de la prensa. En un momento fue consultado por sus duros mensajes en redes sociales, ante lo que  pidió disculpas al pueblo chileno declarando que “nunca ha sido mi intención ofenderlo ni agredirlo”.

Finalizó su conferencia felicitando a Sebastián Piñera y recordando que tuvo una “buena relación” con el mandatario electo.

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