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Será una alternativa al entierro y la cremación.

El Senado estatal de Washington aprobó el pasado 25 de abril una ley que permite que los cuerpos humanos funcionen como abono para jardines y cultivos. Solo falta la firma del gobernador, Jau Inslee.

El proceso dura 30 días y se realiza un proceso de desinfección de bacterias y se acelera el proceso de descomposición agregando una mezcla de astillas de madera, microbios y bacterias termofílicas en altas temperaturas, de esa forma los restos se convierten en un abono natural y seguro.

La primera empresa especializada en convertir cadáveres humanos en abono es Recompose, fundada por Katrina Spade en Seattle, Washington.

 

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