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El presidente de Bolivia Evo Morales también ha sido cuestionado por cambiar leyes que propiciarían el incremento de los incendios en el Amazonas. 

Tras los recientes incendios que han devastado parte de la Amazonía el presidente Jair Bolsonaro ha sido señalado por impulsar normativas que han favorecido la deforestación para la explotación comercial de la selva, agravando la crisis ecológica que ya se ha visto afectada por la tala y minería ilegal. Esto le ha valido duras críticas y protestas mundiales por parte de activistas medioambientales.

El Amazonas está repartido entre nueve países, de los cuales Brasil y Perú poseen la mayor extensión, seguidos por Bolivia, Colombia, Venezuela, Ecuador, Guyana, Francia (Guayana Francesa) y Surinam.

En este momento, Brasil no es el único país afectado por el fuego ni tampoco al único que han señalado por el cuidado de la selva amazónica y otras zonas forestales. Los focos de incendios activos, que solo en Brasil sumaron más de 2.500 entre el martes y el jueves, se están propagando en Bolivia y Paraguay.

A raíz de estos devastadores siniestros, el Mandatario boliviano también se ha visto envuelto en la polémica por defender el “chaqueo”, práctica de los agricultores que consiste en quemar áreas de bosque para ampliar las tierras de cultivo.

Según reportó BBC News, presidente de Bolivia viajó esta semana a Santa Cruz, el departamento en el oriente de ese país donde un incendio ha afectado a cientos de miles de hectáreas de la Chiquitanía, una zona boscosa de transición entre la Amazonía y el Chaco.

Tras sobrevolar la zona, Morales reconoció la gravedad de los daños por las llamas, pero también defendió el “chaqueo”.

“Es importante el control del chaqueo pero también quiero que sepan: si las pequeñas familias, pequeños productores, no chaquean, ¿de qué van a vivir? Es para maíz, media hectárea, es la situación del pequeño productor, máximo una hectárea de arroz para la sobrevivencia”, sostuvo el Mandatario.

El boliviano señaló que, “ahora estamos en otros tiempos, hay que adecuar las normas, estamos en la mecanización y siempre hay que adecuarlas a las formas de vivencias”.

Cabe recordar que el Gobierno boliviano acaba de contratar los servicios del avión bombero más grande del mundo, el Boeing 747 Supertanker, con capacidad de carga de 75.000 litros y un precio de US$800.000 de arriendo y US$16.000 por cada vuelo que haga, según cifras de las autoridades bolivianas. Pero este desembolso no logró aplacar las críticas al Presidente por apoyar el chaqueo.

A principios de julio, el Gobierno boliviano modificó el decreto que regula las tierras de producción forestal permanente para autorizar el derribo y la quema controlada de bosques en los departamentos de Beni y Santa Cruz con fines agropecuarios en terrenos privados y comunitarios.

Justamente en Santa Cruz es donde se encuentra la llanura de la Chiquitania, donde las llamas han afectado más de 500.000 hectáreas en ese país. Debido a esto, activistas medioambientales y defensores de los derechos de los indígenas le recriminan a Morales haber cambiado la normativa para poder ampliar las tierras de cultivo.

La Coordinadora Nacional de Defensa de Territorios Indígenas Originarios Campesinos y Areas Protegidas (Contiocap), señaló que las políticas “extractivistas” que impulsa el Gobierno son las responsables de lo que ocurre hoy en la Amazonía. Por su parte, la ambientalista Cecilia Requena se quejó en el portal de noticias ecológicas Mongabay: “Hay responsables directos de este desastre ambiental y el primero es el Gobierno que ha aprobado consistentemente en los últimos años leyes de ‘perdonazo’, promoción e impulso de la frontera agrícola”.

Agencia UNO

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