Captura La Tercera
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Este martes, el peronista Alberto Fernández asumió como nuevo presidente de Argentina. Informó que entre sus metas está realizar una reforma al sistema judicial e hizo un llamado a la unidad para salir de la crisis financiera.

Nunca más a una justicia operada por servicios de inteligencia, por operadores mediáticos. Nunca más una justicia que judicializa la política para servir a los gobernantes de turno. Enviaremos un conjunto de leyes que reaorganicen la justicia”, destacó Fernández en su discurso de más de una hora en el Congreso de la Nación.

Fernández también hizo un llamado a la unidad, a través de “un nuevo contrato social fraterno y solidario”, para “superar el muro de rencor y de odio” que divide a los argentinos y palear los efectos de la crisis económica y social.

“El Gobierno saliente gastó 9 mil millones de pesos en propaganda oficial: un despropósito en un país con hambre”, acusó en su discurso de investidura.

Asimismo, aseveró sobre que el país “tiene la voluntad de pagar” su deuda externa, refiriéndose a la adquirida con el Fondo Monetario Internacional (FMI); aunque asegura no se ha realizado porque carecen de “los medios para hacerlo”.

En ese sentido, el político de 60 años reiteró su llamado a la unión y organización para desarrollar una relación “constructiva y cooperativa”.

El militante de centroizquierda llegó a la sede del parlamento en su propio auto, junto a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien juró como vicepresidenta, en medio de acusaciones en al menos 10 causas judiciales, en su mayoría por corrupción.

El dirigente recibió la banda y el bastón de mando de parte del expresidente Mauricio Macri en el Congreso, diferente a lo que hizo su predecesora, Cristina Fernández, quien dejó el mandato un día antes, negándose a pasar los tradicionales emblemas al líder de derecha.

Tras ganar los comicios del pasado 27 de octubre, Fernández se erigió como presidente de la Argentina y gobernará hasta 2023.

Agencia Uno

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