AFP
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El coronavirus marcará las elecciones municipales en Francia este domingo, las primeras que se celebran en una Europa sacudida por esta crisis sanitaria y para las cuales las autoridades ordenaron medidas extraordinarias para evitar nuevos contagios.

El gobierno francés, que se negó a posponer los comicios a dos vueltas del 15 y 22 de marzo pese a la expansión del virus, emitió a inicios de semana una serie de medidas de protección inéditas, bajo el lema “votar no es peligroso”.

El objetivo: garantizar la celebración de las elecciones, sin aumentar el riesgo de propagación en este país, que es actualmente el segundo foco europeo del COVID-19, después de Italia, con más de 2.200 casos y 48 muertos.

Cada centro electoral deberá colocar marcas en el suelo para asegurarse de que “en cada etapa de la votación” los electores mantengan al menos un metro de distancia entre ellos, con el fin de evitar una “promiscuidad prolongada”.

En cuanto a la higiene, se pedirá a los electores lavarse las manos antes y después de colocar su voto en las urnas y se desinfectarán las cabinas de votación continuamente durante el día.

Sin embargo, “no se puede negar el derecho a votar a alguien que se niega a lavarse las manos, ya que podría socavar la legitimidad del voto”, advirtió el ministerio del Interior.

Asimismo, las autoridades recomendaron a los ciudadanos llevar su propio bolígrafo para votar y se instará a la gente a entrar y salir rápidamente para evitar las filas fuera de los colegios electorales.

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