AFP / Referencial
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Con el anuncio del ministro Jaime Mañalich, de que en Chile hay 537 nuevos casos de coronavirus, la cifra a nivel mundial ronda los mil millones de personas, que pasarán este el fin de semana confinadas por el COVID-19  que ya se ha cobrado más de 11.400 vidas en el mundo y hace tambalearse la economía del planeta.

Desde nuestro país a Madrid, pasando por París o Nueva York, la pandemia, surgida en diciembre en China, ha dado un vuelco completo a la vida del planeta.

Los países tratan de frenar la fuerza contagiosa de la COVID-19 con restricciones drásticas a los movimientos de poblaciones enteras, el cierre de escuelas, fábricas y negocios, e imponiendo el teletrabajo. Esto ha supuesto también la pérdida de la fuente de ingresos para muchas personas.

En total, la epidemia ya ha provocado 11.401 muertos en el mundo y 271.660 personas infectadas, según el último balance de la AFP.

Italia es ya el país con mayor número de fallecidos, con 4.032 muertos. El coronavirus se cobró la vida de 627 personas en 24 horas en Italia, según las autoridades, el peor dato desde el inicio de la crisis. El índice de mortalidad en el país es del 8,6% de los casos confirmados.

Este sábado se cumple un mes de la muerte del primer italiano por el nuevo coronavirus, un albañil retirado de 78 años que falleció en Padua. Sin embargo, para el país parece que ha pasado una eternidad.

Italia fue el primer país del Viejo Continente que ordenó el confinamiento de toda la población hace más de 10 días y este fin de semana sigue reforzando sus medidas antes los estragos de la pandemia. Todos los parques, espacios verdes y jardines públicos están cerrados al público este fin de semana, en espera de otras medidas para convencer a los italianos de quedarse en casa.

En número de víctimas mortales, a Italia y China (3.255) le siguen Irán (1.556), España (1.326), Francia (450) y Estados Unidos (260).

En total, más de 900 millones de personas en cerca de 35 países están afectadas por las restricciones de movimiento. De ellas, unos 600 millones en 22 países tienen orden de confinamiento obligatorio, como en Francia, España o Italia, donde se imponen multas a los que desobedecen.

En otros lugares, las medidas van desde el toque de queda como en Bolivia, a cuarentenas más o menos estrictas como en las principales ciudades de Azerbaiyán o Kazajastán, o a recomendaciones de no salir a la calle, como en Irán.

– “No sois invencibles” –

En Estados Unidos, California, el Estado de Nueva York, Nueva Jersey, Illinois, Pensilvania y Nevada han decretado la suspensión de todas las actividades no esenciales, pese a que el confinamiento total del país ha sido descartado por el presidente Donald Trump por el momento.

Las tres grandes ciudades del país, Nueva York, Los Ángeles y Chicago están en cuarentena y cerca de 100 millones de personas encerradas en sus casas.

“Estamos todos en cuarentena”, resumió el viernes Andrew Cuomo, el gobernador del Estado de Nueva York, al anunciar la “medida más radical que podemos tomar”.

Por tercer día consecutivo, China continental, la cuna del coronavirus que surgió en diciembre, no registró ningún nuevo contagio, lo que supone un rayo de “esperanza para el resto del mundo”, según la OMS.

Aunque las personas mayores y aquellas con patologías previas han sido las más afectadas hasta ahora, el director general de la OMS Tedros Adhanom Ghebreyesus advirtió a los jóvenes que “no son invencibles”.

“Este virus les puede llevar al hospital durante semanas o incluso matarlos”, dijo Tedros.

“Aunque no enfermes, lo que hagas puede suponer la diferencia entre la vida y la muerte para otros”, agregó.

Con los hospitales colapsados y el personal sanitario que no da abasto, algunos países utilizan hoteles, como España, para recibir a los infectados. Además, las autoridades españolas dispusieron que un gigante pabellón de congresos de Madrid se transforme en un inmenso hospital con 5.500 camas.

El personal médico español advierte de una situación de “caos” por unos equipos sanitarios diezmados por los contagios y la falta de material y camas de unidades intensivos que, según diferentes fuentes, está llevando a escoger qué pacientes reciben los tratamientos.

En otros países, como México, cuyas autoridades se resisten a tomar medidas drásticas para enfrentar la pandemia de COVID-19, muchos mexicanos han decidido tomar las riendas y protegerse a si mismos de la amenaza del virus. En Venezuela, los ciudadanos improvisan brebajes y protecciones ancestrales a falta de curas y remedios accesibles a sus bolsillo

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