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Marco Enríquez-Ominami destacó la decisión de uno de los jueces de la Corte Suprema de Brasil, Edson Fachin, quien anuló por incompetencia jurisdiccional, las condenas y procesamientos impuestas al ex-presidente Luiz Inácio Lula da Silva, en el marco de la trama de corrupción Lava Jato, que lo mantuvo detenido por 580 días tras cinco años de procesos legales.

En entrevista con la agencia de noticias argentina Télam, ME-O afirmó que la resolución del magistrado es “trascendental, porque vuelve a poner en el centro del debate, la fragilidad de nuestras democracias al mostrar cómo fiscales corruptos, jueces corruptos, se reúnen con algunos medios de comunicación para intervenir la democracia, un problema que atañe también a países como Ecuador, Bolivia, Chile y Argentina”.

“Los problemas de las democracias se resuelven con más democracia y la decisión respecto de Lula es reparatoria en parte, porque ya la democracia brasileña sufrió un daño a su vez irreparable“, destacó el ex-candidato presidencial en referencia a la llegada de Bolsonaro al poder, “con un competidor preso de manera injusta”, añadió.

En la misma línea, Enríquez-Ominami sentenció que “se hizo justicia, sí, pero queda pendiente que Brasil y toda América Latina conozcan una democracia plena, una democracia con garantías mínimas, como el derecho de un pueblo a elegir, a decidir sin que fiscales, jueces y medios de comunicación corruptos, se coludan para intervenir”.

Agencia Uno

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