Dragomir Yankovic/Aton Chile
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El secretario regional ministerial de Salud en la Región Metropolitana, doctor Carlos Aranda Puigpinos, encabezó un recorrido de inspección al Mercado Central de Santiago, uno de los lugares de venta de pescados y mariscos más importante, donde informó sobre el inicio de la campaña de fiscalización por las festividades de Semana Santa y comprobó las condiciones sanitarias del recinto y la correcta conservación de pescados y mariscos.

En la actividad inspectiva se verificaron las condiciones de 15 pescaderías. En 2 de ellas se encontraron deficiencias estructurales (muros y pisos en mal estado), de higiene (malas prácticas de manipulación y suciedad en mesones) y de orden (elementos ajenos a la manipulación, como mochilas y bolsos, en áreas de procesado), Iniciándose los sumarios sanitarios respectivos.

Aranda informó que “nuestros equipos de fiscalización están desplegados en distintos establecimientos de venta y distribución de mariscos y pescados, para asegurar que los alimentos cumplan con la documentación de origen y para fiscalizar las condiciones higiénicas de los locales”.

Añadió que serán más de 900 puntos los que serán inspeccionados, “entre vehículos que transportan productos del mar, procesadoras, envasadoras y distribuidoras de productos, como pescaderías y locales de expendio de congelados, restaurantes, carros en ferias libres y en el Terminal Pesquero Metropolitano”, detalló.

En el periodo de Semana Santa del año pasado, se registraron 7 brotes de Enfermedades de Transmisión Alimentaria (ETA) asociadas con mariscos y pescados en la Región Metropolitana, que afectaron a 15 personas, todas en el ámbito doméstico.

Por este motivo el seremi de Salud enfatizó que “después de la compra, en un local establecido, es importante que no demore más de una hora en llegar a su hogar. Si va a procesar los alimentos inmediatamente, antes lave sus manos y ponga en una tabla o recipiente por separado cada uno de los productos. Lave bien los utensilios o cuchillos y no ocupe los mismos para las otras preparaciones, hay que evitar la contaminación cruzada”.

Asimismo, recomendó observar bien los productos antes de comprarlos, para corroborar que estén frescos. “Para evitar Enfermedades de Transmisión Alimentaria por consumo de alimentos en mal estado, las personas deben observar que los pescados tengan sus agallas bien rojas, ojos brillantes, carne firme y dura al tacto, olor característico y no a descompuesto, además de escamas bien adheridas. Los mariscos siempre deben estar vivos, a no ser que se mantengan congelados, tener el caparazón cerrado, cerrar su coraza al tacto cuando estén medianamente abiertas y no tener manchas ni tumores de colores oscuros”.

Los síntomas de una intoxicación se presentan 24 horas después del consumo de pescados y mariscos. Se manifiesta un cuadro intestinal agudo, diarrea, dolores abdominales, calambres, deshidratación, cólicos, a veces náuseas, vómitos, fiebre y dolor de cabeza. La intensidad del cuadro es variable, de un período de 3 a 5 días.

Según la autoridad, si las personas manifiestan alguno de estos síntomas tras el consumo de un alimento sospechoso: “Deben concurrir a la brevedad a un centro asistencial, para que se realice una evaluación del cuadro y la notificación a nuestra institución para la investigación epidemiológica correspondiente”.

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