El obispo de Osorno, Juan Barros, salió al paso de los rumores que se referían a su posible renuncia como administrador de la diócesis de Osorno y negó cualquier posibilidad de dimisión, luego de ser apuntado por diversas personas como uno de los encubridores de los abusos sexuales cometidos por el sacerdote Fernando Karadima.
La polémica estalló luego que este domingo La Tercera señalara en un reportaje que la autoridad eclesial osornina habría entregado una tercera carta de renuncia al papa Francisco, a través de monseñor Charles Scicluna, quien hace unas semanas estuvo de paso por el país, precisamente encomendado por el santo padre.
Al respecto, Barros indicó que “no es efectiva” su renuncia y negó haberle entregado una misiva al arzobispo de Malta; esto, en el contexto de la 115ª Asamblea de la Conferencia Episcopal celebrada en Punta de Tralca, región de Valparaíso, tras lo cual agregó que “siempre uno está tranquilo cumpliendo la voluntad de Dios”.
Cabe señalar que tanto Barros como las víctimas del sacerdote Karadima, están a la espera de lo que determine Francisco I, tras la revisión del informe del maltés Scicluna referido a los posibles casos de abuso sexual en la iglesia chilena.